Una cuarentena parcial comenzó a regir hoy en Alemania, con cierre de restaurantes, bares, cines y otros lugares de recreación durante un mes para tratar de aplanar un rápido incremento de la curva de contagios de coronavirus.
Las restricciones adoptadas son menos severas que las impuestas en la primera fase de la pandemia, en marzo y abril, ya que esta vez permanecerán abiertas las escuelas, los jardines de infantes y comercios no esenciales, como peluquerías.
Pero las autoridades del país decidieron la semana pasada que era necesario una cuarentena "moderada" ante la abrupta segunda ola de contagios de coronavirus, que ya obligó a muchos otros países de Europa a imponer medidas más o menos drásticas.
El sábado pasado, el organismo de control de enfermedades infecciosas de Alemania registró el mayor número de casos de coronavirus en un solo día desde el inicio de la pandemia: 19.059.
Las cifras del comienzo de la semana suelen ser menores, y las autoridades reportaron hoy 12.907 casos en las últimas 24 horas, pero que, comparados con los 8.685 de hace una semana, muestran la tendencia al alza, informó la agencia de noticias alemana DPA.
Alemania reportó la semana pasada 100 nuevos casos por cada 100.000 habitantes.
Esa tasa es menor que la de muchos otros países europeos, pero está muy por encima de la marca de 50 que las autoridades habían fijado hace un mes como señal de alarma que requiere la adopción de medidas de precaución.
En una señal de los peligros que entraña el recrudecimiento del brote, la jefa de Gobierno alemana, Angela Merkel, dijo hoy que el número de pacientes internados con covid-19 en hospitales del país se duplicó en los últimos 10 días.
"El virus castiga la indiferencia", dijo sobre las nuevas restricciones. Y agregó que estaba "en manos de cada uno que este mes de noviembre sea un éxito común, un vuelco".
"Trataremos de hacer todo lo que sea a nivel político para que esto se limite a noviembre", declaró Merkel en Berlin.
La jefa de Gobierno subrayó que "dependemos de que la mayoría de la gente sea sensata y acompañe las restricciones, y que así "salve la vida de otros".
Actualmente hay 2.061 pacientes con coronavirus en terapia intensiva en Alemania, 1.086 de ellos conectados a un respirador, según cifras oficiales.
El ministro de Salud alemán, Jens Spahn, advirtió ayer en una entrevista con el canal ZDF que el sistema de salud del país podría colapsar en semanas si continúa el actual ritmo de aumento de las infecciones.
Merkel tiene previsto revisar la situación con los gobernadores de las regiones de Alemania luego de las dos primeras semanas de cuarentena y discutir si las medidas necesitan ajustarse.
"La meta es estar por debajo de ese nivel de 50 para que las autoridades de salud estén en posición de rastrear los contactos" de los nuevos infectados, dijo hoy Helge Braun, jefe de gabinete de Merkel, a la radio RBB Inforadio.
La jefa de Gobierno dijo la semana pasada que las autoridades eran incapaces de rastrear la fuente de tres cuartas partes de los nuevos contagios.
Las restricciones que comenzaron a regir hoy limitan las reuniones en lugares públicos a un máximo de diez personas, de dos hogares distintos como mucho.
Las autoridades aconsejaron abstenerse de viajes no esenciales y los hoteles no pueden alojar a turistas.
Consultado sobre si las medidas podrían ir más allá de noviembre, Braun contestó: "Nuestra meta declarada es que queremos poner fin a estas medidas a fines de noviembre".
"Esto también se trata de permitir el comercio navideño a las compañías alemanas, y las celebraciones de Navidad con la familia a todos nosotros", prosiguió. (Télam)