El Ministerio de Salud de Tucumán reportó ayer 18 personas fallecidas como consecuencia de la covid-19. Diez se encontraban internadas en el sistema privado y ocho, en el público. La víctima más joven tenía 54 años y la mayor, 94. Y en casi siete meses de pandemia, el coronavirus ya arrebató 811 vidas.
Para gran parte de la sociedad, los fallecidos por covid-19 parecen ser sólo estadísticas apáticas. Cifras lejanas que horrorizan menos a medida que aumentan. Dígitos sin rostros ni nombres y, por lo tanto, parecen indiferentes (Ver nota “La cifra que no angustia”). Pero detrás de cada uno de esos números hay personas que ya no están y hay parientes que no encuentran consuelo. Amigos atravesados por el dolor de una ausencia súbita. Familias que viven tragedias que durarán meses, años, o décadas en sanar.
Del mismo modo se percibe desde el Ministerio de Salud, según expresó el secretario ejecutivo médico del Siprosa, Luis Medina Ruiz. “Un fallecido para nosotros es un drama. Sabemos el nombre, la edad, donde trabajaba, su familia… Es un drama, no es un número. Para la familia, por supuesto, pero también para nosotros que hemos luchado para que sobreviva”, manifestó a LA GACETA.
En cuanto al relajamiento y a la apatía que se percibe de parte de la sociedad tucumana, que relativiza las restricciones dispuestas para disminuir la circulación y los contagios, el funcionario sanitario evaluó: “a veces hay negación hasta que nos toca. Y cuando nos toca, nos alarmamos y preguntamos por qué, cuando información hay. Nadie puede decir que no le avisaron que tiene que usar el barbijo y cuidarse. Pero hay una parte de la sociedad que actúa como si eso no sucediera, quizá por negación o por transgresores”.
Dimensionar el daño
La mayoría de los enfermos afortunadamente tienen síntomas leves (más del 80%), y gran parte de los internados se recupera gracias a al incesante trabajo que desarrolla a diario el personal de salud. Esos esfuerzos se ven reflejados en que la tasa de letalidad de Tucumán por la enfermedad es inferior al promedio en el país (1,6%, cuando la media es de 2,5%). Pero comprender el daño que causa el virus no es sencillo para quien no lo vive de cerca. Por ese motivo, en ciudades como Mar del Plata, Valencia (España) y Río de Janeiro (Brasil) se rindieron homenajes a las víctimas colocando en la playa una bandera o una cruz por cada una de ellas.
Aunque cada vida perdida es incomparable e irrecuperable, quizá un modo de dimensionar las pérdidas sea evidenciar que en poco más de medio año el virus ya provocó en nuestra provincia más del doble de muertes de las que causaron en todo 2019 los accidentes de tránsito, principal causa externa de mortalidad en el país.
Víctimas viales
La asociación civil Luchemos por la Vida (LxV) reportó el año pasado que 398 tucumanos y tucumanas fallecieron en siniestros viales, siendo el tercer peor registro en la Argentina (2.123 Buenos Aires y 563 Santa Fe). En 2018 hubo 409 víctimas, y en 2017, 395. A nivel país, en tanto, la covid-19 arrebató hasta ayer 30.442 vidas, mientras que los siniestros viales promedian unos 7.000 fallecidos al año (7.213, 7.274 y 6.627, según los reportes de los últimos tres años).
Consultada por este diario, Patricia Gutiérrez, representante LxV, manifestó que los accidentes de tránsito son una pandemia que lleva décadas. “Se ha llevado nada menos que 189.810 muertes en 25 años y que deja miles de muertos cada año, decenas de miles de heridos, familias destrozadas y millonarias pérdidas materiales en nuestro país”, expresó. Marcó a su vez que los siniestros de tránsito son la principal causa de muerte de los jóvenes de entre 15 y 34 años (más que cualquier enfermedad), y que el 71% son varones.
Gutiérrez, además, consignó que durante la cuarentena más dura se redujo considerablemente la circulación de las personas, pero no en la misma proporción los siniestros de tránsito. “De cada uno de nosotros depende salvar vidas, tanto en el tránsito como por coronavirus”, subrayó. Reclamó a la sociedad y a las autoridades tomar cartas en el asunto y reducir los siniestros. Según las estadísticas de la asociación, entre 1990 a 2018 la Argentina redujo en un 0% la cifra de muertes (el promedio es de 7.500 decesos por año).
Impacto en terapia
Con la flexibilización de las actividades económicas, se incrementó en la provincia la cantidad de gente en las calles y, en consecuencia, la cantidad de accidentes de tránsito. De acuerdo con la herramienta “Gran Data”, que toma reportes de movimiento de los teléfonos de celulares como base de datos, en septiembre hubo días en que Tucumán tuvo el mismo flujo de personas en las calles que ante de la cuarentena.
Desde hace algunas semanas, funcionarios del ministerio que lidera Rossana Chahla advierten que los siniestros viales vienen incrementando la tensión en el sistema sanitario en el peor momento de la pandemia. Manifestaron su preocupación porque en la mayoría hay motociclistas involucrados.