Nuevos focos de incendio se desataron ayer a la altura de la localidad de La Salvación y San Ignacio (La Cocha). El frente ígneo se sumó a otros que se reactivaron durante la noche del martes en las laderas del cerro Quico, en Yánima y El Corralito, al oeste de Alberdi. Las llamas de esta última zona eran combatidas por tres aviones hidrantes contratados por la provincia y bomberos voluntarios de Alberdi, Concepción, Bella Vista y del Parque Nacional Aconquija. Otras dos aeronaves se incorporarán hoy a la lucha contra los incendios que se desataron en las serranías de San Ignacio y La Salvación.
El director de Defensa Civil, Fernando Torres, precisó que las tareas hasta ayer a la tarde se concentraron en Yánima. El viento y el calor contribuyeron a reanimar el fuego que avanzaba hacia fincas con producciones de paltas y citrus. Los propietarios de estas tierras reforzaron la tarea de los bomberos con equipos de riego propios. Torres confirmó que son cinco en total los aviones hidrantes que están disponibles para controlar los amplios focos de incendios en el sur tucumano. Son los mismos que operaron en los incendios en San Javier.
Las intensas franjas rojizas que se extendían en las laderas de los cerros y el humo agitaron también el miedo de los vecinos de Yánima y El Corralito. Aunque el fuego está lejos de llegar al pueblo, el principal temor se vinculaba con los daños a la salud que podría provocar el ambiente enrarecido. “Esto comenzó hace unos cuatro días. En las noches se podía ver claro cómo las llamas se elevaban favorecidas por el viento. Los hidrantes la controlaron este martes, pero a la noche volvieron a reactivarse” relató Braian Molina. “Aunque la sequía es un factor que está alentando este drama, creo que el origen del fuego fue intencional. Es que no hay forma de que se haya generado solo en esas alturas” añadió el lugareño. “Un incendio de esta magnitud no tiene precedente en esta zona. Al menos es lo que aseguran los más viejos de aquí. Es que la sequía tampoco tiene comparación con otras de años atrás. Está siendo muy prolongada” advirtió.
José Olaz, de Yánima, contó que en los primeros días del incendio la atmósfera en el pueblo era casi irrespirable. “La cuestión es que ahora esta situación no se complique y perjudique a la gente con problemas respiratorios y a niños, principalmente. Los bomberos y los aviones al parecer habían logrado controlar los incendios, pero anoche volvieron a encenderse” apuntó. “Si sigue sin llover y vuelven los calores, creo que vamos a tener incendios cada tanto” opinó.
La fauna de la serranía sería hasta ahora la más afectada. Se teme por la población de jabalíes, corzuelas y pumas, entre otras especies. Empleados de la comuna de Yánima- El Corralito y algunos vecinos voluntarios también se incorporaron a la pelea por controlar las llamas y evitar que dañen los cultivos. Lenguas de fuego también avanzaron hacia la zona serrana de Paclín, Catamarca.
El fuego comenzó hace más de una semana en Villa Lola (Alpachiri). El siniestro fue controlado por bomberos de Concepción y del Parque Nacional Aconquija. Días después se generó otro considerable en Piedra Grande, cerca de la reserva. “La situación es delicada a partir de la prolongada sequía. Nuestra dotación está alerta y colaboró en San Javier. Ahora está desplegada en los nuevos focos de incendio” dijo Daniel Vega, intendente del Parque Nacional Aconquija.