En plena pandemia, Leonardo Heredia fue literalmente el primero en volver a Tucumán y el último en firmar su contrato. La contradictoria situación tuvo y no tuvo que ver con la intención del volante de seguir en Atlético, algo que finalmente sí sucederá. Tuvo que ver porque por algo fue el primero de los jugadores “decanos” que estaba fuera de la provincia en regresar: sus intenciones eran claras. Y no tuvo que ver porque los tres meses que pasaron entre que venció su contrato y firmó uno nuevo hasta diciembre de 2024, transcurrieron gracias a complicaciones burocráticas con su ex club en Uruguay que finalmente ayer se terminaron definitivamente y le allanaron el camino para la firma de su flamante vínculo.
“Estoy muy contento por haber firmado. Bah, yo y toda mi familia. Queríamos quedarnos en Tucumán”, fueron las primeras palabras del jugador una vez puesta la firma en su renovado y largo contrato. Es curioso que mencione a su familia porque justamente ahora mismo está lejos de ella. En la segunda semana de junio, cuando Buenos Aires (ciudad donde nació y estaba Heredia) aparecía como el mayor foco de covid-19 y Tucumán había avanzado a fase 5 por la escasez de casos, “Pupa” decidió venir a Tucumán. Lo hizo solo y sin su familia para no ponerla en riesgo. Viajó en auto y fue el primer integrante del plantel en volver a la provincia.
Fue al primero de todo el plantel también en aplicársele la cuarentena obligatoria en un hotel. Heredia vivió encerrado, solo y aislado en una habitación del Catalina’s Park, lo que era toda una novedad en el mundo “decano” para ese entonces. Luego, el resto del plantel pasaría por lo mismo. “En casa no todos teníamos espacio para entrenar. En ese momento en Tucumán ya se podía hacer actividad al aire libre y por eso decidí volver antes”, confesó el jugador. No bien cumplió los 14 días de aislamiento, se puso a trabajar físicamente con las comodidades que ofrecía la situación sanitaria de la provincia y a esperar que su tema contractual comenzara a solucionarse para quedarse en el club. Pero para eso todavía faltaba mucho.
Tres meses tuvo que esperar. Tres meses en los que ya no estuvo encerrado y aislado pero sí alejado de su familia, puesto que su mujer y sus hijas aún no volvieron al lugar donde querían seguir viviendo. “Con mis hijas hablo todos los días. Hacemos videollamada nos reímos, cantamos juntos. Me bailan, se diviertan entre ellas. No es lo mismo que tenerlos pero esto es lo que me toca ahora. Ellas entienden que este es mi trabajo”, explica Heredia. Ahora con la tranquilidad de saber que llegó a un acuerdo con el club y pudo rubricarlo, quizás ellas puedan regresar también.
Sin embargo él no esperó hasta la firma del contrato para sumarse al plantel. Desde hace un tiempo se entrena con sus compañeros. Mientras el vicepresidente Miguel Abbondándolo llevaba a cabo arduas negociaciones, él quería estar en Ojo de Agua. “Sabíamos (el club y él) que iba a seguir. Mis compañeros habían empezado a entrenarse el 10 de agosto y cuando supe que estaba todo encaminado con lo mío, pude sumarme”, aclara.
Ricardo Zielinski, el último de los “decanos” en volver a Tucumán, sin dudas se puso contento cuando lo vio en el complejo de Ojo de Agua una vez de regreso a los entrenamientos. Durante la última temporada, Heredia fue clave en la ofensiva aportando goles y generación de jugadas. De hecho, fue el goleador del equipo en su corta participación en la Copa Libertadores durante las fases 2 y 3, con dos tantos. “Me venía sintiendo muy bien, cómodo. Había encontrado un buen nivel. Lo bueno es que hice una buena temporada, lo malo es que pasó todo lo de la pandemia y no pude seguir demostrándolo”, analiza. “Las veces que hablo con el ‘Ruso’ me dice que quiere que pise el área, que llegue. Me siento cómodo ahí. Además está la base de la temporada anterior, nos conocemos. Sabemos que puede dar y en qué nos podemos ayudar”, agrega.
Parecían muy lejanos hace un tiempo, pero los desafíos están a la vuelta de la esquina. El 28 de octubre debutará en la Copa Sudamericana y es una fecha bien granada en la cabeza de Heredia. “El sueño mío es poder ganar la Copa Sudamericana, queda muy poco para saber con quién vamos a jugar. Una vez que sepamos, prepararemos ese partido y veremos de avanzar otra fase, es lo que queremos”, expresa.
Parece ir un poco rápido, pero Heredia ya demostró ser un adelantado. Es cierto, firmó su contrato al final de todos pero estuvo aquí antes que nadie. Y si quiere pensar tan a futuro, no queda otra que dejarlo. En definitiva, es para el bien de Atlético.