La fiscala de Homicidios, Adriana Giannoni, requirió ayer la elevación a juicio para cuatro de los ocho imputados por el crimen del productor agropecuario José “Pepe” Porcel, de 79 años, quien fue asesinado el 26 de junio de un disparo en el tórax por cuatro delincuentes que habían intentado asaltarlo en su finca de La Ramada de Abajo (Burruyacu).
La investigadora aseguró que ya contaría con los elementos probatorios para demostrar que Juan Alfredo Acosta, de 39 años, Marcelo Bernardo Alderete, de 31, José Ramón Rojas, de 26 años, y a Antonio Ismael Sánchez, de 24 años, fueron los responsables del homicidio que movilizó a cientos de agricultores, ganaderos y peones de granja que marcharon pidiendo justicia por este hecho y reclamando por la inseguridad reinante en las zonas rurales de la provincia.
La acusación formal que recibieron es la de Homicidio en Ocasión de Robo Agravado. Asimismo, Giannoni reconoció además que la investigación concluyó con sobreseimiento para otras cuatro personas que estaban siendo investigadas por presunta complicidad en el caso.
Según la fiscala, Acosta, Rojas, Alderete y Sánchez, quienes ya habían decidido qué roles cumplirían en el atraco, llegaron a la vivienda llamada “La Arisca” de la víctima montados en una motocicleta Rousser y a bordo de un auto VW Gol. Los dos primeros ingresaron por la parte trasera de la propiedad y habrían realizado trabajos de inteligencia, con la excusa de pedirles un cachorro a los moradores y así tratar de ganarse su confianza mientras analizaban los movimientos en la finca. Se retiraron, pero a los pocos minutos Rojas regresó acompañado por Sánchez en la motocicleta y le pidieron a Porcel y a su empleado, Iván Guillermo Luna, una manguera para arreglar el vehículo. La acusación fiscal señala que cuando Luna acudía en busca de la herramienta, Rojas lo redujo en el camino hacia el depósito de la vivienda y le robó su celular; mientras tanto, Sánchez habría intentado asaltar al productor, pero ante su resistencia terminó ejecutándolo de un disparo en el pecho. Luego los cuatro agresores (Acosta y Alderete esperaban en el auto) huyeron, pero los tripulantes del Volkswagen volcaron en el camino y fueron capturados por la Policía.
Pruebas contra la banda
En el automóvil, la División Homicidios de la Policía, al mando de los comisarios Diego Bernachi y Juana Estequiño, halló un celular que podría ser clave.
La fiscala Giannoni sustenta su acusación además en otros elementos encontrados durante los allanamientos que ordenó la Justicia en domicilios vinculados con los acusados y a los estudios realizados por el Cuerpo Médico Forense; también se basó en las declaraciones testimoniales de los hijos de la víctima y de algunos trabajadores, que participaron en la rueda de reconocimiento. Otra pista que tiene en cuenta son los resultados de un estudio genético realizado por el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF). Finalmente, en los análisis de los celulares realizados. La investigadora incluso resaltó que habría pruebas de que tres de los acusados habrían participado además de otros dos homicidios cometidos en otras localidades del Este tucumano (casos de Damián Florentino Gómez y de José Antonio Gómez). Si un juzgado los hallraa culpables, los cuatro imputados podrían recibir condena a cadena perpetua.