El vocal de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, Daniel Leiva, negó rotundamente la acusación por presunto tráfico de influencias que promueve en su contra el juez penal Enrique Pedicone. Consultado por LA GACETA, Leiva manifestó que desconoce los términos de la presentación efectuada en su contra ante el Ministerio Público Fiscal (a cargo de Daniel Marranzino, quien reemplaza a Edmundo Jiménez, actualmente de licencia), pero sostuvo que según los trascendidos que le habían llegado, desmentía “categóricamente” los planteos por cuando, aseveró, nunca mantuvo una conversación que buscara influir en el trámite de una causa “ni con el denunciante ni con ningún magistrado”.
Pedicone endilgó al integrante del alto tribunal la supuesta comisión de una serie de delitos, entre ellos un presunto tráfico de influencias. Las fuentes consultadas refieren que el juez denunciante habría relatado presuntas irregularidades vinculadas al trámite de la causa penal que involucra a un legislador opositor. La denuncia mencionaría la existencia de una grabación, así como de otras pruebas de hechos que incluso involucrarían a otras autoridades públicas más allá de las mencionadas.
Leiva afirmó, por el contrario, que la denuncia en su contra “es la reacción maliciosa, fabricando un hecho que no existe, de parte de un juez que fue sancionado por la mayoría de la Corte porque se arrogó una competencia que no tenía”.
Como se recordará, Pedicone recibió la semana pasada una sanción de apercibimiento de parte de la Corte. Leiva, y sus colegas Antonio Daniel Estofán y Eleonora Rodríguez Campos aplicaron el castigo con el argumento de que el juez había actuado fuera de su competencia, y con falta de decoro al llamar a una audiencia para controlar un procedimiento preventivo de la covid-19 practicado por el fiscal Carlos Picón en el Bar y Billares Punto y Banca.