Con el objetivo de poner la lectura y el libro infantil y juvenil en el centro de la escena, la Cámara Argentina del Libro (CAL) impulsa la tercera edición de la Semana del Libro, una acción cultural que invita a compartir libros y celebrar la bibliodiversidad del mapa editorial argentino, a través de recomendaciones de títulos, actividades virtuales y la convocatoria a visitar las librerías con los niños para fortalecer el vínculo temprano.

Esta tercera edición consecutiva de la Semana del Libro, que comenzó ayer y se prolongará hasta el domingo, se desarrolla en las redes sociales y con las librerías como aliadas.

“Todos los que componemos el mundo del libro necesitamos que se hable de libros”, le dice a Télam, sobre la iniciativa, Betina Cositorto, directora de editorial Nazhira y consejera de la CAL en la comisión de Libro infantil y juvenil.

Esta edición busca dar protagonismo a las librerías, uno de los eslabones más afectados por las medidas sanitaria y claves en la difusión y promoción de los libros: “En esta semana queremos fortalecer las librerías de barrio, que las familias vayan con sus hijos a disfrutar y con consignas de lazo afectivo. Creemos que hay un vinculo amoroso que sostiene la lectura: el libro es un vehículo amoroso. No es lo mismo que una lectura en pantalla que no tiene esa posibilidad afectiva del objeto libro”.

De este modo, quienes visiten las librerías adheridas y nombren la Semana del libro o bien participen con consignas como sacarse una foto en el frente de la librería y etiquetarla en las redes, regalarle a la librería un dibujo o disfrazarse de algún personaje, recibirán un descuento del 10%.

Para docentes

Además, para acompañar la iniciativa, en la web editores.org.ar/semanadellibro se pueden encontrar cuadernillos para docentes de niveles inicial, primario y secundario, con gran cantidad y variedad de juegos y propuestas didácticas que incorporan la lectura y los libros de forma creativa, mientras que en el perfil de YouTube de la Cámara Argentina del Libro se podrá acceder a videos de autores, músicos, editores y mediadores culturales destinados a todo público.

Si bien, contextualiza Cositorto, el sector editorial orientado a libros infantiles y juveniles fue uno de los que han sostenido algún nivel de ventas durante la pandemia. “Muchas familias han elegido comprar libros y esto ha contribuido a que sigan difundiéndose, sin embargo también ha sido uno de los sectores más jaqueados por la digitalización no autorizada de libros”, destacó.

“Muchos mediadores culturales, docentes, bibliotecarios no conocen que el escaneado o la circulación de ese escaneado vulnera los derechos de autores y editores. Esto hace que las editoriales no cobren y no le puedan pagar a sus autores y no podamos seguir editando. En un momento donde está en jaque la industria porque en los últimos dos años ha bajado el 50 por ciento la producción de libros, la circulación de PDF sin autorización está jaqueando la posibilidad de producir nuevos libros y de sostener las editoriales”, explicó la editora.

Legalidad

De hecho, una de las iniciativas que estuvieron haciendo para dar a conocer esta problemática fue la campaña “Educar en la legalidad” para concientizar que compartir archivos en PDF lo que hace es ir en contra de que podamos seguir produciendo libros. “Hemos sentido el embate de que los libros que se usaban en las escuelas fueron pasados en PDF a las familias sin saber que eso es algo ilegal y vulnera la posibilidad de que sigamos haciendo libros”, subrayó.

Por último, Cositorto destacó la bibliodiversidad y riqueza del sector de literatura infantojuvenil en la Argentina, tras el auge muy fuerte después de la crisis del 2001 de muchas editoriales infantiles. “La Argentina es vanguardia en el mundo: tiene dos editoriales pequeñas con premios de los más reconocidos y autores como María Teresa Andruetto, Isol y Bianki con premios internacionales muy prestigiosos. Tenemos una calidad de editoriales, autores, ilustradores y libros que es única en América y por eso hay que cuidarla”, dijo.