La Justicia comenzó a dar sus primeros pasos en la investigación del crimen de Antonio “Tono” Acosta, de 69 años, quien fue asesinado de dos disparos en su finca de Villa Leales. La División Homicidios de la Policía, efectuó 11 medidas de allanamiento ordenadas para intentar atrapar a los ocho sospechosos que habrían irrumpido el viernes en la vivienda del productor agropecuario. De estas acciones, un hombre quedó detenido y otros dos permanecen aprehendidos.

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El 21 de agosto a la madrugada, un grupo de desconocidos llegó en dos autos hasta la finca del ruralista, tiró dos puertas usando arietes e ingresó en la casa, allí un hombre amenazó con un arma de fuego a Marcelo Acosta, de 40 años; simultáneamente sus compañeros golpearon a su padre, Antonio, quien por resistirse al ataque fue ultimado a balazos. Tras el crimen, los agresores intentaron escapar, pero Luis “Chupete” Cardozo no lo logró, murió de un disparo en circunstancias que aún se investigan. “Atinamos a auxiliar a mi esposo, lo cargamos en la camioneta y lo llevamos al hospital. No me percaté de que uno de ellos había quedado muerto en el comedor; cuando volvimos lo descubrí”, contó la viuda de Acosta, María Leal.

Avances

Si bien los nombres de los sospechosos no se habían dado a conocer hasta el cierre de esta edición, fuentes judiciales le explicaron a LA GACETA que un joven de 29 años apodado “El Negro” quedó detenido y que es el principal acusado de haber brindado datos a la banda para que cometieran un robo. “El Negro” está domiciliado en San Antonio de Leales, la zona de Villa Leales donde los delincuentes atacaron.

El segundo sospechoso en caer fue un hombre identificado como “Quique”, el propietario del Volkswagen Gol Trend blanco que participó en el hecho. Finalmente, según las fuentes consultadas, cuando los efectivos llegaron al domicilio de “Joshin”, el acusado intentó escapar al arresto y saltó varias tapias hasta que fue capturado.

Los allanamientos se llevaron a cabo en tres barrios de la zona sur de la capital y en localidades del este de la provincia. Todas las tareas estuvieron a cargo del Jefe de Investigaciones, Jorge Dib, y de los jefes de la División Homicidios: Diego Bernachi y Juana Estequiño.

Los tres hombres que fueron puestos a disposición de la Justicia están señalados de integrar a una agrupación de 10 personas que se dedica al robo en banda y a mano armada en distintas localidades del interior de la provincia. Los vehículos descriptos por la familia de Acosta aparecen mencionados en varias causas de intentos de robo en las zona del este.

También son coincidentes las descripciones físicas de los acusados y el modus operandi que habrían aplicado en otros ataques que se investigan. Los tres sospechosos tienen antecedentes por delitos de robo agravado y en banda; incluso “Joshin” es investigado además por la Justicia Federal por una causa de lavado de activos.

Según explicaron fuentes policiales, los dos aprehendidos dijeron no poseer celulares, los investigadores creen que pueden haberlos descartados para evitar que la Justicia realizara pericias con los aparatos. “Tienen experiencia en este tipo de delitos y saben cómo esquivar a la Justicia”, le confió una fuente judicial a este diario.

En la fiscalía de Homicidios, que conduce Adriana Giannoni, consideran que Luis “Chupete” Cardozo no era un miembro estable de esta banda, sino que habría sido contratado para que los apoyara en este ataque. La familia del muerto habría quedado molesta con sus compañeros por haberlo dejado abandonado en el lugar. Por otro lado, “Panflin”, hermano de Cardozo, no cumplió con su promesa de entregarse a la Justicia.

Las fuentes consultadas estimaron que los demás buscados comenzarán a presentarse ante las autoridades a partir de mañana, siguiendo una estrategia defensiva que les posibilite evitar allanamientos en sitios donde podrían encontrarse elementos incriminatorios, además, al haber pasado tres días, algunas pericias no tendrían efecto sobre ellos; el test de parafina, por ejemplo. (Producción periodística, Santiago Re)