Desde ayer, los efectivos de la Policía de Tucumán y los del Ministerio Público Fiscal controlarán las 24 horas que se cumplan con los protocolos de bioseguridad. El objetivo es evitar contagios en comercios, bares, restaurantes y espacios públicos de la provincia. En los controles también participará personal del Siprosa para determinar si los aprehendidos deben recurrir a los consultorios febriles. Durante el fin de semana largo, 52 personas fueron demoradas y 200 vehículos fueron retenidos.