En las primeras horas de la mañana del 13 de agosto de 1961, en el sector soviético de Berlín se erigieron barreras temporales y fueron arrancados los adoquines de las calles. Unidades de la policía popular y de la policía de transporte, así como los denominados grupos de combate de trabajadores, prohibieron cualquier tipo de tráfico en las fronteras entre la zona soviética y el área Oeste de la capital alemana. De hecho, no fue casual que la dirección del partido Partido Socialista de Alemania (Sozialistische Einheitspartei Deutschlands, SED por sus siglas en alemán) eligió un domingo durante las vacaciones de verano para realizar esa acción. En los días siguientes, obreros de la construcción de Berlín Este sustituyeron, bajo la estricta vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA, los rollos de alambre de púas que se habían estirado en la frontera con Berlín Oeste por un muro construido con paneles de hormigón y piedras de grandes dimensiones. De esta manera se concretaba el inicio de la construcción del Muro de Berlín, que durante casi 30 años separó en dos la capital alemana. Aun el 15 de junio de 1961, el presidente del Consejo de Estado de la RDA, Walter Ulbricht, declaró que nadie tenía la intención de construir un muro.
El 12 de agosto de 1961, el Consejo de Ministros de la RDA anunció: “Para poner fin a las actividades hostiles de revanchismo y militarismo de Alemania Occidental y Berlín Occidental, se instalarán en la República Democrática Alemana, incluida la frontera con los sectores de ocupación occidentales de Berlín, tal como es habitual en cualquier Estado soberano”. De un día para otro, calles, plazas y casas quedaron divididas y fue interrumpido el transporte urbano. El alcalde Willy Brandt acusó “(…) ante la comunidad mundial, las medidas ilegales e inhumanas practicadas por aquellos que están dividiendo Alemania, oprimiendo a Berlín Oriental y amenazando a Berlín Occidental (…)”. Entre 1949 y 1961, alrededor de 2,7 millones de personas habían abandonado la RDA y Berlín Oriental: alrededor de la mitad de esa corriente migratoria estaba compuesta por gente joven de menos de 25 años y esto suponía un gran problema. Solamente en el año 1960, alrededor de 200.000 personas se mudaron de forma definitiva al Oeste.
La RDA se encontraba al borde del colapso social y económico. El muro que transcurría por el centro de la ciudad y que separaba Berlín Oriental de Berlín Occidental tenía una longitud de 43,1 kilómetros. Las instalaciones fronterizas que separaban Berlín Occidental del resto de la RDA, tenían 111,9 kilómetros de longitud. Tan sólo en el Muro hubo, por lo menos, 140 muertos entre 1961 y 1989.