Charles Baudelaire presenta a la modernidad como “lo transitorio, lo fugitivo, lo contingente, la mitad del arte, cuya otra mitad es lo eterno e inmutable” (El pintor de la vida moderna, 1863). Aunque la palabra no está, se respira hondamente lo efímero, como cuando Marshall Berman señala que en la modernidad todo lo sólido se desvanece en el aire. Cuando Walter Benjamin en 1936 habla de la desaparición del aura, los días están contados para las ambiciones de eternidad de la obra de arte. Y a pesar de que Sofía Noble cree que la reproducción de sus trabajos lo hacen eternos, en rigor, son otros, no los mismos.

En los años 60 se formulan la condición efímera y la desmaterialización como tendencias diversas, y el arte contemporáneo que se piensa como solo presente termina por imponer esas características para las artes visuales en las décadas más recientes.

Noble ganó el primer premio del Salón de Arte de la Provincia (2019) con “Perspicere”, una obra que sufrió un proceso de transformación: los bloques de tierra comenzaron a ceder, y a poner en evidencia esa condición efímera y su desmaterialización.

Pero para la artista el eje de su producción no se encuentra en lo perecedero. “Lo que atraviesa mi producción es la investigación sobre la diversidad matérica que puede adoptar una obra y su transmutación”, explica.

Además de ser artista y gestora independiente, es procuradora, lo que le permite un ingreso para continuar con su arte. “Hoy la pandemia dejó al descubierto la vulnerabiliad en la que ya se encontraba nuestra actividad, que en la provincia estuvo fuertemente sostenida por la gestión independiente, y que hoy está reducida a una pobre visibilidad en redes sociales”, reflexiona.

- ¿Comenzaste con las instalaciones o con algunos de los géneros clásicos?

- Mi motivación inicial fue abordar el tema del dibujo, como disciplina, como hacer, pero despojado de representación, pensar en todo lo que implica El dibujo pero sin ‘dibujar’, en el sentido vulgar del término. Fue ahí cuando comencé el trabajo de investigación de materiales, que me fue llevando del papel al grafito, como elementos representativos del dibujo, luego a los pigmentos naturales, el machimbre, la tierra, el cartón y la sal. Trabajo con premisas inicialmente sencillas que se van complejizando en un proceso en donde dejo lugar al azar y al comportamiento de los materiales que voy incorporando. Ubicar esos materiales, ponerlos cerca y en situación, parecería una tarea sencilla pero es necesario crear una tensión. Por ejemplo, pienso en este momento en una obra que forma parte de la Colección del MUNT, “Grafito sobre papel n°4”. Es un objeto escultórico de pequeño formato, que consta de ocho tacos de papel de 10x10 cm, apilados formando una torre de papeles sueltos y alineados, que en su cima sostienen en frágil equilibrio una mina de grafito 0,5.

“SIN OFICIO”. En el Malba, cuenta con un manual para su montaje.

- Gran atención a las materias.

- Este tipo de tensión, el lenguaje de los materiales, el cuestionamiento de la división de las distintas disciplinas del arte y la reflexión sobre la práctica artística misma y el trabajo del artista, son algunas de las problemáticas que voy plasmando en objetos, videos e instalaciones que varían ampliamente en dimensiones y lugares de exposición.

- El concepto es lo efímero y la desmaterialización. ¿Podés explicarlo un poco?

- Creo que lo que atraviesa mi producción es la investigación sobre la diversidad matérica que puede adoptar una obra y su transmutación. Una mirada superficial podría hacer pensar que el eje se encuentra en lo perecedero, pero yo no creo que mis obras sean perecederas sino todo lo contrario, son eternas. Por ejemplo, es el caso de la instalación ‘Sin Oficio’, que presenté el año pasado en la muestra Proyecto Yungas en el Malba, que cuenta con un manual en donde se detallan los pasos para su producción y montaje, de manera tal que podría ser exhibida eternamente, siendo distinta e idéntica a sí misma cada vez que se la vuelva a montar. Otro ejemplo es la obra ‘Perspicere’, adquirida por la provincia.

- Una obra conceptual que haga pensar.…

- El arte es lo que un artista quiere que sea y lo que un sistema acepta como tal, esto último sucede a veces con el artista vivo y otras veces con el artista ya muerto. Más allá de las dinámicas del sistema, me pregunto si hay algún producto del hombre que no haga pensar. Frente a las denominadas producciones no conceptuales ya estaríamos pensando al menos eso, que son no conceptuales.