No habían notado nada hasta que Maitena empezó a toser. “¿Qué pasa? ¿Estás bien?”, le preguntó su papá. La pequeña de tres años dijo que sí, y siguió jugando. El padre no se quedó tranquilo. Unos minutos antes había visto que tenía entre sus chucherías una mamadera con tres tornillos adentro. Inmediatamente la buscó y ahí se dio cuenta. Faltaba uno. En la sala de urgencias del Hospital de Niños una radiografía confirmó las sospechas: ahí estaba el objeto de metal; ya había pasado el esófago y estaba ingresando al estómago.
Los lugares más peligrosos acechan dentro del hogar“Pasamos un gran susto. El médico nos dijo que si ya había atravesado el esófago sólo restaba esperar que despidiera el tornillo. Había que darle muchos alimentos con fibras y líquido”, cuenta Julián, el papá de Maitena. Un día después, la angustia había pasado. “Ella no es traviesa por eso no nos preocupaban estos tipos de accidentes. Pero evidentemente no hay que confiarse”, admite.
Pilas botones, bolillas, monedas, llaves, semillas de girasol o de cítricos son algunos de los cuerpos extraños que ingieren o inhalan los niños. Los accidentes domésticos aumentaron ahora que los chicos pasan mucho más tiempo en casa, ya que son ellos los que menos permisos tienen para salir desde que se dictó el aislamiento social y preventivo, a mediados de marzo.
En la mayoría de los hospitales de todo el país, durante esta cuarentena, han bajado las consultas por males respiratorios y por control pediátrico. Pero se han atendido más casos de niños con quemaduras por líquidos calientes o contacto directo con el fuego, fracturas de huesos por caídas en altura, úlceras por ingesta de pilas y otros elementos, heridas cortantes, mordeduras de perros, entre otros. Por ese motivo, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) aconseja a los padres que estén más atentos que nunca para prevenr lesiones e intoxicaciones que pudieran ocurrir durante el confinamiento.
Encierro y estrés
El pediatra Federico Caillou explica que el contexto de cuarentena hizo que los chicos que antes pasaban la mayor parte de su día en guarderías, jardines o escuelas estén más tiempo en su casa y, por lo tanto, más expuestos a sufrir accidentes. Hay muchas razones que explican esto: aumentó el riesgo de contacto de los pequeños con productos de uso doméstico, medicamentos y plantas que habitualmente tenemos en casa y que no sabemos que pueden ser tóxicas.
Al encierro de los niños hay que agregarle el mayor cansancio de los cuidadores y el estrés que la situación epidemiológica conlleva. Además, hay padres que están trabajando desde la casa y no pueden mantenerse 100% atentos a las travesuras de los hijos. Y, como sabemos, a veces una sola distracción puede ser motivo de un accidente.
Según Caillou, que en esta cuarentena atendió varios casos relacionados a quemaduras en la cocina, la primera recomendación es recorrer la casa con la mirada de niño. Así, nos daremos cuenta que hay muchos objetos peligrosos que pueden resultar atractivos para los menores. Lo usual es que los chicos quieran agarrar el termo y se quemen con agua caliente o abran la puerta del horno. También les resultan llamativos los remedios, los cuchillos y las tijeras.
Exploradores
“Hasta los tres años los niños exploran todo por la boca. Por eso hay que tener mucho cuidado con las cosas que dejamos en casa a la altura de un niño”, afirma Carlos Mariotti, jefe del servicio de Endoscopía del Hospital de Niños.
Atento a que se viene el Día del Niño, el médico pidió tener mucho cuidado con los juguetes que compramos: que no tengan piezas pequeñas y que no sean más chicos que el tamaño de su boca. Y ojo con los entretenimientos que traen las famosas “pilas botón”. Si llegan a ser ingeridas por un niño, en menos de dos horas pueden producir quemaduras graves internas y hasta pueden perforar el esófago.
En general, según explica Mariotti, los objetos que se ingieren accidentalmente pueden seguir dos vías: la aérea (que es la más peligrosa) o el esófago, tubo muscular que conduce los alimentos ingeridos al estómago.
“En esta cuarentena, si bien han bajado muchas consultas pediátricas, los accidentes por la ingesta de cuerpos extraños se mantuvieron. Esta sí es una consulta de emergencia porque puede incluso causar la muerte de un niño; por ejemplo, si se tragan un pedazo del plástico de un globo”, resaltó el pediatra, que en su trabajo de más de 15 años ha extraído casi 1.000 objetos tragados por chicos.