Mensajeras de la paz. Protagonistas en las plazas y parques de la ciudad. Niños y grandes disfrutando despreocupados de su presencia. Gente que les da de comer e intenta acariciarlas. Las palomas se han convertido en parte de nuestro paisaje habitual. Y aún sabiendo que representan un peligro para la población las autoridades no hacen nada para controlar lo que los expertos han dado a llamar “ratas con alas” por la cantidad de enfermedades que transmiten.
La veterinaria Rosandra Molina está a favor del control de palomas (no de la exterminación). “Urge combatirlas. El problema es que cada vez hay más en Tucumán. Se adaptan perfectamente a la vida en las ciudades, no son tímidas, no temen acercarse a las personas. Y la gente no toma conciencia del peligro que representan. Hace siete años perdimos un colega, que falleció después de estar en contacto con una paloma enferma. Sabemos de otros casos de personas que se vieron afectadas, como el de Florencia Acosta”, recalcó. Además de ser portadoras de infecciones, su materia fecal causa serios daños en las esculturas.
Inesperado contagio: las heces de una paloma, la tragedia de FlorenciaPor más que nos parezcan adorables, no es recomendable acariciarlas o jugar con ellas en las plazas, advierte. Y enumera algunas de las enfermedades que pueden transmitir, ya sea consecuencia del contacto directo o con sus excrementos y plumas, a través de virus, hongos y bacterias. Vale aclarar: en cada caso, que se desarrolle una enfermedad, su gravedad dependerá del sistema inmune de cada persona. Estas son algunas:
- Histoplasmosis: enfermedad respiratoria que se manifiesta con un severo daño pulmonar acompañado de escalofríos, fiebre, tos y dolor en el pecho. Es causada por un hongo (o moho) llamado histoplasma y se produce por la inhalación de las esporas del hongo que se encuentran a menudo en los excrementos de las palomas y de los murciélagos. Se transmite con más frecuencia cuando las esporas son transportadas por el aire, como durante la limpieza de un edificio.
- Criptococosis: también se transmite por un hongo que se localiza en el excremento de las palomas. El hongo entra por la vía respiratoria y llega a los pulmones, donde puede generar la infección o diseminarse.
- Salmonelosis: los excrementos pueden ser una vía de infección de la salmonela, una infección bacteriana que puede llegar a través de alimentos contaminados. El cuadro que provoca en las personas es de fiebre, diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
- Psitacosis: es una enfermedad habitualmente transmitida por loros, pericos y papagayos, aunque también las palomas pueden estar infectadas y convertirse en transmisoras. Provocan cuadros similares a la neumonía y a la gripe e incluso dolencias digestivas.
Investigación local
“La histoplasmosis es una amenaza siempre latente en nuestra provincia”, explica el bioquímico Christian Alvarez, quien ha realizado un estudio sobre esta enfermedad. Aunque para la mayoría de los pacientes que sufren esta patología no hay un riesgo considerable, en un porcentaje de afectados -generalmente inmunodeprimidos- el hongo puede hacer un serio daño, permanecer por muchos años e incluso reactivarse después de un tiempo.
“En la forma aguda, la mayoría de los pacientes presenta compromiso pulmonar mientras en otros hay manifestaciones diversas como pericarditis, nodos o o artritis”, detalla el profesional. Y aclara que no siempre se llega a diagnosticar a tiempo la enfermedad.
¿Hay muchos casos en Tucumán? Según el estudio que hizo Alvarez, en tres años (desde 2015 a 2018) se analizaron en el laboratorio de Salud Pública un total de 36 enfermos de histoplasmosis. Casi el 80% era inmunodeprimido, y dos tuvieron diagnóstico post mortem. “Lo que hemos notado es que aquí tenemos casos muy particulares. Varios de los que se han infectado con este hongo en Tucumán, a diferencia de otras partes del mundo, presentan meningitis. Incluso hubo casos graves, con toque cerebral. Hay que estudiar más a fondo lo que está pasando”, remarcó, y recordó que uno de los pacientes se había contagiado porque trabajaba en la limpieza de un edificio donde anidaban palomas.