Devon Brumfield pudo escuchar a través del teléfono a su padre, que respiraba con dificultad. El señor Darrell Cager, de 64 años, tenía diabetes. Al día siguiente perdió el conocimiento y falleció en su casa de Nueva Orleans. Su hija supo la causa poco después: insuficiencia respiratoria aguda por covid-19. Su certificado de defunción destacó la diabetes como enfermedad de base. A Brumfield, que vive en Texas y también tiene diabetes tipo 2, le aterroriza que pueda ser la próxima en morir.

A medida que los casos de coronavirus aumentan en Estados Unidos, un nuevo estudio muestra que casi el 40% de las personas que han muerto por covid-19 sufría de diabetes. Entre los fallecidos menores de 65 años, la mitad tenía esa condición crónica.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) analizaron más de 15.000 muertes en 15 estados y en la Ciudad de Nueva York entre febrero y mayo. Jonathan Wortham, el epidemiólogo del organismo que lideró el estudio, dijo que los resultados fueron “extremadamente perturbadores”.

Un sondeo de la agencia de noticias Reuters reveló tasas altas de diabetes entre los fallecidos por coronavirus en 12 estados y el Distrito de Columbia.

Las tasas de mortalidad por diabetes en Estados Unidos han crecido desde 2009 y han superado a la mayoría de las naciones industrializadas. Las comunidades negras y latinas sufren índices de diabetes más altos que los estadounidenses blancos y han enfrentado niveles desproporcionados de contagios de covid-19.

“La diabetes ya era una pandemia de lento avance. Ahora se ha establecido como una ola de rápido movimiento”, dijo Elbert Huang, profesor de medicina y director del Centro de Investigación de Políticas y Enfermedades Crónicas de la Universidad de Chicago.

Poner la diabetes bajo control se ha vuelto difícil porque la pandemia interrumpió las atenciones de salud regulares, la capacidad de hacer ejercicio y las rutinas de vida saludables.

El elevado precio de la insulina también ha obligado a muchas personas a seguir trabajando -con el riesgo de exposición- para poder pagar su tratamiento. Y mientras el país lidia con una crisis económica, millones de estadounidenses han perdido sus empleos o sus seguros de salud.

Muchos de estos problemas podrían haberse anticipado con una respuesta nacional más exhaustiva, dijo Enrique Caballero, endocrinólogo e investigador sobre diabetes de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

“Las autoridades de salud deberían haber hecho más por enfatizar la amenaza a las personas con diabetes y mitigar el temor a las visitas médicas”, sostuvo. “Además, tendrían que haberse enfocado en ayudar a los pacientes para tratar su condición desde casa”, agregó.

Muchos expertos advirtieron que la covid-19 constituye un enorme riesgo para los pacientes con diabetes. En 2003, durante el brote de otro tipo de coronavirus, el SARS, más de un 20% de las personas que murieron sufrían de diabetes.

Pero el coronavirus además genera complicaciones que antes no se conocían porque permanece más tiempo en el organismo y ha infectado a más personas que otras variedades de coronavirus, dijo Charles Dela Cruz, científico y director del Centro de Investigación de Enfermedades Pulmonares de la Universidad de Yale. (Reuters)