Por Ulises Rodríguez

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES

Gastón Cingolani, doctor de la UBA en Comunicación, docente y especialista en el estudio de las imágenes desde lo político, informativo y publicitario explica que las “imágenes permiten una ‘economía de recepción’ en términos temporales por su síntesis que el texto lingüístico rara vez ofrece. Internet brinda tanto caudal de información todo el tiempo que las imágenes tienen un atractivo más por su síntesis, que por otras razones”.

Dentro de este mundo virtual donde las imágenes tienen el poder por sobre las palabras están los que marcan la tendencia. En Argentina los principales -y que logran más interacción- son los creativos de Eameo y las famosas “placas rojas” del canal de noticias Crónica TV.

Memes y Eameo

En su libro El gen egoísta el zoólogo y científico Richard Dawkins expone toda una hipótesis memética de la transmisión cultural. En su teoría, el autor designa como “meme” a la unidad mínima de información que se puede transmitir.

En Argentina los “memes” que más circulan se relacionan a las típicas bromas que tienen que ver con el fútbol -en primer lugar-, con la política y con algún chimento o noticia que cause sensación en ese momento.

La evolución de los memes está representada en nuestro país por Eameo: el fenómeno humorístico nacido en 2014 con más adeptos en las redes sociales argentinas.

Con más de 1,2 millón seguidores en su fan page de Facebook, casi 700.000 en Twitter y 350.000 en Instagram cada vez que suben una imagen “photoshopeada” a sus cuentas se viraliza en cuestión de minutos y genera una lectura irónica y original de la realidad.

“Eameo principalmente es un medio de comunicación que usa el humor aunque también hay denuncias y protestas. Por eso a veces hay gente que en determinadas fotos se enojan porque la foto no causó gracia o con ese tema no había que meterse, cuando no era un chiste sino una denuncia tal vez”, dice Miguel, uno de los creativos del grupo.

Los primeras creaciones de Eameo que tuvieron una viralización importante fueron las botellas de Manaos con los nombres “micho, tito, negro…” parodiando a Coca-Cola; la otra fue la de Mirtha Legrand con Marty McFly y el doc Brown (personajes de Volver al futuro) en el reloj. Y desde allí no pararon.

“La verdad es que no tenemos claro por qué hemos tenido tanta repercusión pero creemos que el idioma y el humor que usamos es lo que el común de la gente piensa o siente y no sabe cómo expresarlo”, dicen los “ameos”.

El señor de las “placas rojas”

El canal de noticias Crónica TV también se encuentra entre los que han conseguido decir mucho con poco. Las ya clásicas “placas rojas” con letras en imprenta mayúsculas con un título ganchero y satírico es una marca registrada que le pertenece a quien fuera el fundador del diario homónimo y del canal: Héctor Ricardo García.

Facundo Pedrini lleva más de una década practicando el arte de las “placas rojas”. “Desde que salieron por primera vez al aire, el 4 de enero de 1994, se convirtieron en un furor porque el rojo no se usaba en televisión. Con el paso del tiempo la placa roja se convirtió en un recurso pre-Twitter desde la TV”, cuenta el autor del libro Argentina: una historia en placas (Ediciones B).

El “placarojero” tiene la teoría de que “la placa roja es inimputable”. El éxito de las placas verdaderas vive en las placas falsas y cobran sentido cuando circulan a través de Whatsapp y las redes sociales, es como un espacio de resistencia para mucha gente”, dice Pedrini.

El fotógrafo y pintor húngaro László Moholy Nagy (1885-1946) dijo que “los analfabetos del futuro no serán los que no sepan escribir, sino los que no sepan fotografiar”. La predicción de este artista y profesor de la escuela alemana de Bauhaus va tomando forma en esta era de la imagen todopoderosa.

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Ulises Rodríguez - Periodista y crítico de cine.