Los bonos soberanos argentinos bajaron ayer su cotización en momentos en que los inversores se mantienen cautos y a la espera de novedades en las negociaciones del Gobierno para reestructurar deuda por unos U$S 65.000 millones. El Gobierno hizo una mejora a la propuesta original, y no descarta que termine acordando solo con parte de los acreedores. Esa oferta se ubica en torno a un valor de U$S 55 por cada lámina de 100 y según analistas está “casi en línea con lo que esperaban los acreedores”.

“Estamos en negociaciones donde buscamos tener un acuerdo que funcione para la Argentina y para la comunidad internacional”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, en recientes declaraciones televisivas. Y apuntó: “estamos trabajando para un acuerdo y hemos tenido una recepción inicial que consideramos muy positiva. Ahora hay una oferta vigente y la pelota está del lado de los acreedores”. El Gobierno extendió hasta el 4 de agosto el plazo para el cierre de las complejas negociaciones, mientras está técnicamente en default. (Télam)