El Sistema Provincial de Salud (Siprosa) confiscó medicamentos que se comercializaban en locales no habilitados. Se trata de productos farmacológicos, como antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos, que se ofrecían en un local de cosméticos y artículos de limpieza, y también en un drugstore. Además, se inició una investigación para determinar la procedencia de la mercancía.
Agentes de la Dirección de Fiscalización Sanitaria de la Policía y de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán allanaron negocios en la zona de terminal nueva y en Lules. Llegaron a eso locales tras haber recibido denuncias por posible venta de productos con prescripción médica, la mayoría, y de venta libre.
“Confiscamos los medicamentos para la posterior incineración, debido a que han perdido la trazabilidad, la confianza y demás condiciones de seguridad”, confirmó Orlando Di Marco, titular de Fiscalización Sanitaria del Siprosa.
Según informó el médico, más del 90% de los medicamentos que se comercializan a través de la red de farmacias de la provincia corresponde a productos “bajo receta”.
“Las droguerías son los centros de distribución para las distintas farmacias. Estos últimos comercios tienen la obligación de vender a los clientes con receta o por venta libre. Es decir, el lugar del medicamento es la farmacia”, enfatizó el funcionario.
“La droguería no puede vender a un centro comercial que no sea la farmacia. Y, a su vez, la farmacia no puede comercializar a un kiosco o algún otro tipo de comercio. Este es el sistema, no hay otro”, insistió.
“Estamos seguros que esta práctica ilegal (en referencia a la venta en comercios no habilitados) se extiende a otros puntos de la provincia. Y vamos a seguir investigando e inspeccionando”, finalizó Di Marco.