Sabrina Pasarín volverá a pasar al menos una noche encerrada en el calabozo. La joven, que espera ser enjuiciada por haber protagonizado un accidente en el que murió un joven hace menos de un año, fue acusada de haber agredido a una agente y al jefe de la comisaría de Yerba Buena.
El 9 de julio del año pasado, la joven de 22 años e hija de Mario Pasarín (un hombre que será enjuiciado por una causa narco en agosto) chocó contra un automóvil en la esquina de José Colombres y San Martín. En el percance murió Rodrigo Carrizo, de 31 años. Fue acusada de homicidio por la fiscala Adriana Giannoni porque se probó que conducía a alta velocidad y que habría estado alcoholizada. Se le dictó prisión preventiva y después se le otorgó el arresto domiciliario, pero el benefició se le canceló. Terminó recuperando la libertad el 20 de abril pasado.
Y ayer fue detenida por la policía junto a otras tres personas, que se movilizaban en un auto en el que llevaban bebidas alcohólicas. Todo comenzó esta mañana cuando diversos llamados a la comisaría de El Corte, en Yerba Buena, advertían sobre la presencia de un auto con vidrios polarizados en la subida al cerro San Javier, a la altura del primer mirador.
Momentos después, los uniformados interceptaron al vehículo pero sus ocupantes se negaron a identificarse y a bajar del rodado, según dijeron fuentes de la fuerza. Entonces comenzaron a llegar refuerzos y personal femenino, teniendo en cuenta que dentro del auto había dos mujeres.
Los policías que los trasladaron a la comisaría de Yerba Buena afirmaron que los cuatro jóvenes emanaban olor a alcohol y aparentaban estar en estado de ebriedad. El vehículo era conducido por un hombre de 32 años y lo acompañaban un adolescente de 17, Pasarín y otra joven de 22 años.
Las fuentes comentaron que se ofuscaron aún más al llegar a la comisaría, donde insultaron a los policías, amenazaron con llamar a parientes que supuestamente tienen poder y Pasarín agredió a una policía cuando esta intentó pintarle los dedos para corroborar sus antecedentes.
Ante esa escena, intervino el jefe de la comisaría, Daniel Ruiz, pero la joven no habría cesado en su agresión y lo rasguñó en una de las manos y en el rostro, además de romperle el uniforme policial.
La Justicia, después de analizar el caso, ordenó que sólo Pasarín quedara detenida al estar acusada de lesiones. Los otros jóvenes recuperaron la libertad.