“Me movilizó mucho saber que, después de un año, la familia de Cecilia Brito no tenía ningún tipo de respuesta sobre el crimen. Era un hecho grave y no podía quedar en la nada”, explicó el comisario Pedro Gómez, que fue una pieza importante en el esclarecimiento del caso.
- ¿Por qué no actuó antes?
- Era el segundo jefe de la comisaría de La Cocha y, cuando se produjo el hecho, estaba de licencia porque había sufrido un accidente. Mientras me recuperaba leía el diario y observaba que la causa no avanzaba. Cuando me recuperé, me destinaron a Simoca, pero a los pocos meses me trasladaron nuevamente como jefe de La Cocha.
- ¿Qué fue lo primero que hizo?
- Pese a que todo el personal me pedía que no lo hiciera, me presenté en la casa de los Brito para decirles que retomaría la investigación en serio. Obviamente que me maltrataron, pero los convencí de que me aportaran la mayor cantidad de pruebas posibles para que se revisara todo de nuevo.
- ¿Qué le aportaron?
- Una serie de informaciones que ellos consiguieron en base a los rumores que circulaban en las calles. El más importante fue un dato que hablaba de una fiesta que se había realizado en las inmediaciones del lugar donde fue hallado el cuerpo. Identificar a los participantes fue un verdadero problema. Descubrimos que se estaba tapando muchas cosas, que había una especie de pacto de silencio.
- ¿Cómo siguió la investigación?
- Ese pacto de silencio fue rompiéndose con el paso de las declaraciones que fuimos tomando. Allí iniciamos una línea que creció con algunas versiones. Cuando cerramos el círculo, lo presentamos al fiscal (Edgardo) Sánchez y le contamos todo. Nos apoyó y allí comenzó todo.
- ¿A qué se refiere?
- A la detención de William Doldan y de Luis Aguilar porque estábamos convencidos de que ellos tenían algo que ver y con las personas que los encubrieron. Teníamos muchos indicios, pero nos faltaban los testigos mudos, es decir algunas pruebas. Pero al encaminar la pesquisa logramos conseguirlas con el correr del tiempo. Y gracias a esas evidencias logramos que se condene a los sospechosos.
- ¿Qué fue lo que más le llamó la atención?
- La frialdad de los principales sospechosos. Doldan y Aguilar estuvieron con la familia de Cecilia cuando el cuerpo de la joven no había sido levantado del lugar donde fue hallado. También dieron información falsa para desviar la investigación. Hicieron hasta lo imposible para que no los descubrieran.
- ¿Recuerda algo en particular?
- Sí, dos. La primera, cuando Doldan se difundió que el hijo del intendente estaba involucrado en el hecho para desviar la atención y por cuestiones políticas. La segunda fue cuando se enteró de que estábamos reactivando la investigación. Se presentó en la comisaría para averiguar si era cierto y quién lo estaba haciendo porque él quería colaborar. Le pedí que se retirara y lo volví a ver con las esposas puestas.