Claudio “Cococho” Argañaraz afronta desde hoy el juicio oral por el crimen de Benjamín Amaya. El joven está acusado de asesinar al pequeño de cuatro años, ocurrido el 8 de agosto de 2019. Ese día, el niño apareció ahorcado en un puente de El Colmenar.
La Sala II, integrada por Luis Morales Lezica, Gustavo Romagnoli y Eduardo Romero Lascano, llevará adelante las tres jornadas previstas hasta llegar a la sentencia: la de hoy, el 16 y el 18 de este mes, a través de videoconferencia.
Fueron incorporadas como testigos alrededor de 30 personas, aunque no se descarta que la lista se reduzca con el paso de las declaraciones, teniendo en cuenta la incidencia sobre el hecho.
La familia de la víctima espera conocer la verdad durante las audiencias, saber qué le pasó al niño aquel día. Benjamín fue hallado sin vida, colgado de un puente en un descampado de la zona, tras haber estado desaparecido varias horas.
Durante la instrucción penal, los investigadores pudieron dar con un testigo de identidad reservada, cuya declaración resultó crucial para avanzar en la hipótesis principal, centrada en que el autor del hecho podría haber sido alguien conocido del niño.
A la vez, durante las pericias se analizaron un cable con el que fue ahorcado Benjamín, un gancho y pintura en la casa de Argañaraz, hermano del abuelastro del menor, Francisco Peñalba.
“Hay que seguir adelante, luchando para que haya justicia. En el juicio vamos a saber más sobre lo que le pasó”, había expresado Graciela Amaya, abuela de Benjamín.
“Si fue él el culpable, que pague por lo que hizo. En el proceso se va a saber todo para que mi hijo pueda descansar en paz. Día tras día sentimos su ausencia. Lo extrañamos. No se imaginan el dolor que lleva uno adentro”, había dicho la madre, Milagros Amaya.