Dolor. Mucho dolor. La mujer del policía Roberto Lucena, asesinado ayer por un menor de edad, aparentemente integrante del Clan Acevedo, exigió esta mañana que entreguen el cuerpo de su marido para poder velarlo y pidió justicia por el homicidio.
En Buen Día, el matutino de LG Play, Débora, esposa de la víctima, aseguró que inició los trámites para poder despedir al cabo en la noche de ayer, pero que la Justicia ordenó que la autopsia se realice recién durante este jueves.
"Fui a pedir ayuda a su trabajo para poder velarlo, pero me dijeron que la fiscala (Adriana) Giannoni autorizó que la autopsia se haga hoy y todavía no nos dieron el cuerpo", dijo Débora Díaz, esposa del cabo asesinado, entre lágrimas.
Aún si caer en lo que sucedió, Débora mencionó que de a poco se va enterando de los pormenores del día del crimen y que, según le comentaron testigos, cuando los ladrones lo interceptaron, él entregó todo, pero aún así lo mataron: "dio la moto y volvieron y le pegaron un tiro en el pecho a sangre fría. Lo único que pidió es que lo dejen vivo", contó.
Lucena, que había trabajado en sectores como el 911, en Infantería y en el grupo CERO, estaba de civil en el momento del ataque, pero a pesar de no llevar uniforme dio la voz de alto. Su esposa cree que podría ser la razón por la que finalmente lo asesinaron. "Capaz que si no decía que era policía no lo mataban", opinó.
Díaz comentó que su marido había salido de casa a la mañana para visitar a una hija extramatrimonial y que cuando estaba allí es que lo matan: "se quedó conversando con un amigo y ahí le quitaron la moto. Él me decía que estaba fea la calle, que ya nadie respetaba a los policías", dijo entre lágrimas.