Calles del microcentro cortadas, sillas acomodadas a una cierta distancia entre cada una, largas filas de personas con barbijos; las medidas preventivas que ponen en marcha los bancos para prevenir los contagios de coronavirus afectan directamente a los trabajadores de playas de estacionamientos, que en estas circunstancias permanecen vacías.

“La calle es pública, nos pertenece a todos, entonces no nos parece justo que una entidad haga uso de manera indiscriminada”, reclamó Enriqueta Zuccardi, dueña de una guardería ubicada en 24 de Septiembre.

Desde el inicio de la cuarentena, la baja circulación de vehículos impactó directamente en los ingresos del sector, que batalla con los costos fijos para llegar a fin de mes. Creyeron poder recuperarse con la reapertura del comercio, pero los cortes de las principales calles del centro en los horarios bancarios los están dejando prácticamente sin trabajo. 

“Tenemos trabajadores a cargo, sueldos que pagar, somos muchos los afectados. El horario de la mañana es en el que más se trabaja, pero ahora las playas están desiertas”, añadió.

Los vallados en la 24 de Septiembre no sólo afectan a las guarderías ubicadas en esa calle. “La 24 es troncal, por lo que si esta calle está cortada los estacionamientos de la Laprida y de la Maipú tampoco pueden trabajar”, explicó Zuccardi. 

Además, complican la circulación de todos los vehículos en el microcentro y conducen a grandes embotellamientos. 

“Solicitamos soluciones a las autoridades, porque el problema no es sólo nuestro sino de todos los usuarios. Se pide que evitemos el transporte público por la pandemia, pero al mismo tiempo se entorpece el tráfico para los autos privados”, aseveró.