Los investigadores tucumanos no sólo afrontan problemas por la falta de recursos tecnológicos y científicos para avanzar con su trabajo. Es un obstáculo con el que chocó el equipo que dirigía la fiscala Adriana Giannoni cuando trataba de identificar al violador serial. Pero lo más grave es que pasó una década para que se quitara la piedra del camino. Sí, 10 años se demoró la provincia para tener un registro genético, un elemento fundamental para resolver cualquier ataque sexual.
En medio de la paranoia que generaban los ataques del depravado, las autoridades se dieron cuenta de una situación que generó un escándalo. A mediados de 2006, la Legislatura aprobó la creación del Registro de Delitos Contra la Integridad Sexual (Redecis) y el Registro Provincial de Identificación Genética de Abusadores Sexuales (Reprigas), pero al no haber sido reglamentada por el gobierno de José Jorge Alperovich, no se lo había puesto en marcha.
En 2008, cuando se encontró la falla en medio de la investigación, tampoco pudieron solucionar el problema a las apuradas para evitar más críticas. Los asesores del Poder Ejecutivo se dieron cuenta que cuando se creó el Digesto Jurídico se incluyó esta ley (la 7.810) dentro de la Ley Orgánica de Tribunales por lo que resultaba casi imposible hacerlo.
A finales de 2011, la Corte Suprema de Justicia anunció la creación de un registro. Designó a la fiscala Giannoni como responsable de ese banco de datos. Sin embargo, el proyecto nunca se llegó a poner en marcha pese a los numerosos intentos que se hicieron durante varios años.
Importante avance
En febrero de 2018, el ministro fiscal Edmundo Giménez firmó un acta acuerdo con la Fundación Manuel Sadosky que se especializa en brindar herramientas tecnológicas para todos aquellos que necesitan para realizar su trabajo para el bien de la comunidad.
Meses después, en el ámbito del Ministerio Público Fiscal, llega el Genis, un software con el que se creó el Registro de Identificación Genética.
“Fue un importante avance en lo que se refiere a política criminal en nuestra provincia. Desde ese fecha, todas las personas que son acusadas de cometer robos agravados, homicidios y abusos sexuales, deben pasara por una oficina especial donde se le realiza una extracción de muestra con la que se hará un perfil genético y se guarda en ese banco de información”, explicó el secretario judicial Tomás Robert.
El funcionario judicial dijo que, cuando se investiga un hecho, los fiscales que consiguen un perfil genético, lo comparan con el registro. “Como en las películas, el software analiza y, si hay un perfil idéntico, lo detecta”, agregó. “Es política de este ministerio poder contar con la mayor cantidad de herramientas posibles para poder agilizar la tarea de nuestros fiscales. Y haber incorporado este registro es uno de los grandes pasos que dio esta gestión”, concluyó Robert.