La detención de Martín Nieva, el doble homicida que se escapó de manera insólita del penal de Villa Urquiza, no logró frenar la polémica. Ahora la Justicia profundizará la investigación para determinar si un magistrado podría haber intentado ocultar su fuga, tal como sostuvo un abogado en la denuncia que presentó ante la Corte Suprema de Justicia de la provincia.

El reo fue acusado en mayo de 2002 de haber matado a su madre, Mercedes González, y a su medio hermano, Manuel Nieva, y haber ocultado su cuerpo en el pozo ciego del baño de su vivienda de Tafí Viejo.

En octubre de 2004 fue condenado a 20 años de prisión por el doble homicidio. El tribunal que lo juzgó tuvo en cuenta que Nieva había sufrido todo tipo de castigos y abusos durante su infancia y por eso le aplicó una pena más leve de la que había solicitado el fiscal de cámara.

Durante los 18 años de condena, que estaba a punto de cumplir, el preso tuvo diferentes tipos de conducta. Al principio se mostró rebelde como cualquier joven que sabe que pasará gran parte de su vida tras las rejas. Con el correr del tiempo se fue calmando y comenzó a ganarse el respeto y la confianza de las autoridades y de sus compañeros de encierro. Últimamente, por ser considerado un recluso veterano, gozaba de ciertos beneficios como trabajar en el comedor o colaborar con los oficios religiosos que se realizan dentro del penal.

Nieva decidió escaparse cuando le quedaban poco menos de tres años para cumplir la condena. Elaboró un plan de fuga sin tener casi contactos con el exterior, ya que no era una persona que recibía visitas de manera frecuente, por lo que resulta mucho más extraño que supuestamente contara con una colaboración para concretarlo.

El 16 de marzo, el condenado formó parte de un equipo de trabajo que salió del penal para cortar el césped. En un descuido de los dos guardiacárceles que lo custodiaban, el reo se subió a un taxi y escapó, según se informó.

“Ahí comenzaron todas las irregularidades. Por eso pedí a la Corte Suprema de Justicia que realizara una profunda investigación sobre el caso, que es de una gravedad sin precedentes en la historia de la provincia”, señaló el abogado Gustavo Morales en una entrevista con LA GACETA.

El profesional señaló que Nieva no tenía ninguna autorización por escrito del magistrado que le permitiera realizar alguna actividad laboral fuera del penal. “Pero hay otra situación mucho más grave. Guyot nunca solicitó el pedido de captura, que recién fue oficializado por otro magistrado. Este último actuó en el acto cuando se enteró de la situación, más de dos semanas después”, agregó.

La versión de Morales fue confirmada por las autoridades del Servicio Penitenciario, quienes dijeron que habían informado ese mismo día de la fuga, y por altos funcionarios de la Justicia. Fuentes judiciales señalaron que Guyot, pese al asueto administrativo decretado por la Corte Suprema de Justicia, no habría cumplido con emitir la orden de captura del evadido, por lo menos a nivel provincial, como dispone la ley.

El trámite (consiste en enviar un oficio a la Policía y son los reponsables de la fuerza quienes se encargan de difundir el planteo) fue realizado por el camarista Fabián Fradejas, el 3 de abril, día que comenzó a subrogar al magistrado que había sido separado por la Corte Suprema de Justicia.

El subsecretario de Servicios Penitenciarios, Esteban Saracho, informó que, más allá de la investigación de la Justicia, se inició un sumario administrativo para determinar si el personal que estaba al cuidado de de Nieva cometió alguna falla en su trabajo.

No estaba lejos

El preso evadido fue recapturado ayer a la tarde por el personal de la Brigada Este. Los efectivos, que actuaron bajo las órdenes de los comisarios Héctor Rojas y Walter Luna, lo encontraron realizando trabajos de limpieza en Alderetes. El prófugo se habría sumado a un grupo de jóvenes que busca recuperarse de las adicciones.

Tal como lo había anticipado Saracho, antes de ser aprehendido el reo había estado desarrollando tareas comunitarias en varios de los comedores de La Costanera. “En ningún momento se opuso a que se lo aprehendiera. Se entregó sin problemas”, señalaron fuentes policiales. A los investigadores les llamó la atención la facilidad con la que el prófugo logró refugiarse en esos centros de ayuda.

Allegados que tuvieron contacto con él dijeron que Nieva les había anticipado que no regresaría a la cárcel porque temía por su vida. Según explicaron, habría denunciado cómo es el sistema de venta de drogas en el penal.

Fuentes del área de Seguridad y de la Justicia aseguraron que desconocían si el preso había realizado una presentación de esas características. También aclararon que no había sido testigo en las causas que se tramitan en la justicia ordinaria y federal para investigar el supuesto tráfico de sustancias en la cárcel, expedientes que involucran a guardicárceles.