Luego de haber sido detenida, se difundió una insólita foto de “La Jefa”. Carla Antonella Sánchez, aparecía escoltada por dos robustos jóvenes y vestida con una minifalda de jean color claro y una campera negra realizando un inusual gesto amenazante: se lleva la mano al cuello haciendo un ademán como si fuera a cortárselo al que la estaba retratando. “Esa foto es un verdadero misterio. Nos llegó, creemos, de Tucumán, pero fue una de las primeras que tuvimos de ella”, aseguró Álvaro Juárez, periodista de la sección policiales del diario “El Liberal”. Ese retrato, que dio vuelta el país, podría haber sido tomada durante algún procedimiento por personal de alguna fuerza de seguridad. Es también una prueba de que no le temía a nadie.

“Defendí a peores. Ella fue muy mediática”, señaló Luis Vieyra Ruiz, el abogado que la asistió y logró que recuperara la libertad a los cuatro años de haber sido detenida. “Era dueña de un carácter único. Muy enérgica e impetuosa. Desde que la conocí supe que no se iba a dejar llevar puesta por nadie. Los años que estuvo en prisión la hicieron recapacitar y salió de la cárcel siendo otra mujer”, agregó el profesional.

Los investigadores santiagueños comentaron que la gran virtud de Sánchez fue haber sido capaz de contactarse con los grandes proveedores de droga a nivel nacional. Esos vínculos, según explicaron, le sirvieron para ir ganando espacios en un ambiente que suele estar reservado para hombres. “Ella rompió con ese molde por su inteligencia, su belleza y su energía. Obviamente era una mujer que tenía muy en claro qué quería, y dueña de un carácter única”, destacó Juárez.

“La belleza de Carla también la ayudó mucho, no hay dudas. Siempre estaba bien vestida y si alguien se la cruzaba en la calle, nunca se hubiera imaginado que se dedicaba a esa actividad. Por más que digan que llevaba una vida llena de lujos”, agregó el defensor.

Un investigador santiagueño, que trabaja infiltrándose en los grupos dedicados al tráfico de drogas, aceptó hablar con LA GACETA con la condición de que no se difunda su nombre por obvias razones. “Lo más importante es que supo relacionarse con hombres fuertes como ‘Mojarrita’ Marín, entre otros. Obviamente que utilizó sus encantos para escalar posiciones. Pero esos amoríos le terminaron jugando en contra porque sufrió traiciones por despecho”, explicó.

“Si tengo que describir cuáles fueron sus cualidades le diría tres: una inteligencia única que siempre la ponía un paso delante de otros; una mujer de palabra en un ámbito donde la palabra no tiene valor y, por último, era dueña de un coraje que, combinada con una ambición, pudo crecer rápidamente. Pero cometió el mismo error que otros: no supo parar y terminó siendo descubierta”, concluyó.