Si es tiempo de cuarentena, es tiempo de videojuegos. “Es una manera de estar con amigos sin salir de casa. Y lo mejor es que empezás a encontrar gente que antes no jugaba”, comentó Santiago Baca, estudiante de Educación Física, de 23 años.
La evidencia de que los videojuegos están en auge a causa del aislamiento la da Matías Gil Roccio. “Los servidores de internet a veces no dan abasto y los juegos se terminan ralentizando”, contó, y responsabilizó de la situación a la gran cantidad de chicos que se sumaron a esta práctica. “Yo era de jugar bastante, y ahora lo hago casi todo el día. De todas formas, la conexión empeoró y me resulta difícil jugar online, así que lo hago solo”, agregó.
Si bien es una forma de que los chicos se entretengan en este momento en que no pueden salir ni estar con sus amigos, ¿hasta qué punto son beneficiosos o perjudiciales los videojuegos? Lourdes Del Forno, psicóloga especialista en adicciones, explicó que es importante la actividad lúdica, especialmente durante el aislamiento.
“El juego nos da la posibilidad de crear realidades paralelas, hacer volar la fantasía, practicar roles distintos a los de la vida real. Y en tiempos de pandemia, cuando se vive un momento muy duro, está bueno como un método de evasión, siempre y cuando no se convierta en un problema”, indicó.
Ventajas
“Hay chicos que tienen ciertas dificultades en el contacto social, y al jugar en línea encuentran la posibilidad de relacionarse con otros”, explicó.
Los videojuegos también ayudan -subrayó- a desarrollar la coordinación del ojo humano y del razonamiento lógico. Y se entrenan la capacidad de decisión y de soportar la frustración. “Además -añadió Del Forno- si se trata de juegos de equipo, se estimula el trabajo colaborativo y la capacidad de enfrentarse a retos”.
Riesgos
Como muchas otras actividades lúdicas, sin embargo, los videojuegos pueden transformarse en una adicción. “Cuando empezamos a ver síntomas de ansiedad o irritabilidad cuando juega, podríamos sospechar de un consumo problemático o adictivo”, dijo la especialista. Para evitarlo, propuso algunas estrategias, dirigidas especialmente a los padres de adolescentes.
“Podemos explicarles la situación a los chicos y proponerles que jueguen sólo dos o tres días. Algunos lo aceptarán sin problema pero también puede pasar que otros no puedan dejar de jugar y se muestren nerviosos o irritables. En tales casos, hay que pedir ayuda profesional”, advirtió.
“De todas formas, en este momento de aislamiento, no hay que ser tan prohibitivos en el uso lúdico de videojuegos. Hay que tener una mirada más contemplativa”, reflexionó.
Los preferidos
En cuanto a los juegos favoritos, los que retomaron el hábito recurrieron a sus recuerdos, a viejos conocidos. El principal es el Counter Strike 1.6, un clásico que llenaba los cibers (hoy ya casi extinguidos).
Otros elegidos de la infancia son el Age of Empires o Los Sims, dos juegos de características muy distintas entre sí; el primero es de estrategia y consiste en armar tu propio imperio y conquistar los demás. El segundo, se trata de un juego de simulación de la vida social: la saga comenzó en el año 2000 y tuvo un éxito excepcional desde su lanzamiento.
“Es un juego que me encantaba cuando era chica (en referencia al Age of Empires), y como sentía que me sobraba el tiempo lo descargué y empecé a jugar. Fue divertido porque se lo descargó mi novio, mi hermano y la novia de mi hermano, entonces jugamos online entre los cuatro”, indicó Amparo Collado, estudiante de Ingeniería Industrial. “De día prefiero jugar algo más ‘tranqui’, y a la noche pasar más horas con un juego más complejo como el League of Legends”, comentó Julieta Chocobar, estudiante de Informática y de Programación.
Los que ya venían jugando, y simplemente aumentaron su consumo, optaron por los más usados en la actualidad, como el League of Legends, Fortnite o Call of Duty (especialmente “Warzone”, su última versión), y el Fifa, en el caso de los que les gusta el deporte. Como Diego Herrera, que acaba de participar de un evento internacional, online, del Fornite.
Algunos tienen que actualizar sus computadoras para disfrutar los videojuegos más nuevos. En ese caso conviene saber que el precio de cada juego oscila entre $ 2.000 y $ 5.000. “Mi compu tiene 10 años y hace muchísimo tiempo que no la usaba. Descargué el Counter porque es el juego para el que esta computadora tiene capacidad”, explicó Matías Almazán, de 23 años y estudiante de Administración de Empresas. (Producción periodística: Homero Terán Nougués)