"Ya no hay (cigarrillos). Están faltando. Quizás algún quiosquero tenga, pero está escaseando". El presidente de la Asociación Tabacalera de La Cocha, Luis Bravo, es contundente: la crisis que atraviesa el sector tiene impacto directo en todos los eslabones del rubro. Y tanto el contexto actual como el panorama inmediato generan preocupación entre los productores.
La cuestión de fondo, como sucede en otros ámbitos, es la pandemia de coronavirus covid-19. A partir de las medidas de aislamiento preventivo y obligatorio dispuestas por el Gobierno, la venta de la materia prima a los fabricantes y la elaboración del producto final se vieron fuertemente afectados. Así, mientras los productores tucumanos acumulan tabaco, en los quioscos comienzan a tener faltante de stock para los consumidores.
"Nuestra situación es crítica en lo económico", explica Susana Migles, presidenta de la Cámara de Productores Tabacaleros. En diálogo con LA GACETA, la referente del sector explica que, hace 15 días, hubo una reunión por teleconferencia entre los representantes del rubro por el tema de los precios. Entonces, las dos empresas que fabrican los cigarrillos anunciaron que no iban a adquirir la producción. "Dijeron que como no pueden fabricar ni vender, para qué van a comprar tabaco. Eso para nosotros significa una pérdida muy grande. Al bajar la venta de cigarrillos, no va a ingresar dinero al Fondo Especial de Tabaco", advirtió Migles.
Según Bravo, debido a la pandemia, no está permitida la apertura para la fabricación de cigarrillos de Buenos Aires. "La situación es grave. Más allá de los 2 millones de kilos que tenemos (sin vender), no se recauda. Al no haber venta (de cigarrillos), no hay impuestos, y el Fondo Especial del Tabaco no va a tener ingresos para pagarle al productor. Es todo una cadena. Por supuesto, estamos en una situación de pandemia, y seguramente las medidas (sanitarias) implementadas están muy bien, pero esto acarrea un montón de consecuencias, y se agrava la situación", indicó el empresario de La Cocha.
Remarcó que la escasez de cigarrillos "ya se está notando", al punto de que ni siquiera los "truchos" están llegando a los quioscos. "Esa es una competencia ilegal, porque son cigarrillos que no pagan los impuestos. Ojalá que el cierre de fronteras se mantenga para los 'truchos', y que nos sepamos cuidar entre los argentinos", acota Bravo.
Migles advierte que la tabacalera es la principal actividad en el sur de la provincia. "Se trata de entre 1.200 y 1.300 productores. De ellos, no hay más de 300 grandes; el resto, son medianos y chicos. Todos ocupan su mano de obra familiar, a veces con ayuda de vecinos también. Mucha gente vive de esta actividad y se ve perjudicada", explica la titular de la Cámara de Productores Tabacaleros.
Otro punto que la aflige es la toma de un crédito ante la Caja Popular de Ahorros, gestionado en diciembre, cuando todavía no se había desatado la pandemia de coronavirus. En ese sentido, Migles considera que el Gobierno provincial debe intervenir para que el ente crediticio de la Provincia refinancie la deuda a los productores, debido a la situación crítica.