El sueño parece habérsele cortado de un plumazo. Luciano Pons venía mostrando un enorme nivel en la Primera Nacional. Pese a que al momento en que AFA decidió parar la pelota como una herramienta sanitaria en contra de la covid-19 llevaba cinco partidos sin marcar goles, las 12 conquistas que había aportado a la gran campaña de San Martín dejaban en claro que estaba viviendo uno de los mejores momentos de su carrera.
“Disfruto mucho el presente”, no se cansaba de repetir el goleador. Sin embargo, el virus también hizo añicos, o mínimamente puso en suspenso, el sueño de volver a Primera con el “Santo” y de transformarse en el capocannoniere de la principal categoría de ascenso del fútbol argentino.
El futuro del fútbol mundial continúa siendo incierto. No se sabe cuándo la pelota volverá a rodar; ni siquiera si las temporadas que se estaban desarrollando podrán completarse o simplemente quedarán truncas, en el olvido.
12 goles llevaba en el torneo. Estaba a tres de Magnín y a dos de Vegetti, los máximos artilleros
Más allá de que también es una incógnita si él podrá celebrar el ascenso con el “Santo” o colgarse del pecho el cartel de máximo artillero de la categoría, no se hace mucha mala sangre. Prefiere mirarle el lado positivo a las cosas y poner la vida por encima de todo.
“Tomé bien la decisión de que el fútbol se pare. Acá lo principal es la salud y creo que se detuvieron los torneos en el momento justo, porque cada día que pasaba había más personas con coronavirus. Nosotros somos humanos, no somos inmunes, tenemos familia y corríamos mucho riesgo. El fútbol se puede reanudar en cualquier momento, pero una vida perdida no se recupera”, afirma Luciano, sin pensar por el momento en ninguna tabla: ni en la de la zona B, donde San Martín mandaba con autoridad, ni en la de goleadores, en la que aparecía pisándole los talones a Pablo Magnín y a Pablo Vegetti, los máximos anotadores de la categoría.
El ex artillero de Flandria sólo desea que pase este momento. Él, como todos, quiere volver a su rutina; a entrenarse todos los días junto con sus compañeros; volver a vivir la adrenalina de pisar La Ciudadela el día de un partido y el cosquilleo en la panza por festejar esos goles que hacen tronar la garganta de sus fieles. Y por sobre todo, reencontrarse con el mejor Pons, ese que celebró seguido en el último año y que aportó muchísimo para que San Martín pueda volver a los primeros planos. “Estaba haciendo una buena temporada, pese a que en las últimas fechas no había podido convertir”, asiente, aunque vuelve a apuntar al complicado presente. “Igual ahora hay que pensar en la salud”, repite.
Nadie sabe qué sucederá, pero Luciano tiene bien en claro lo que desea para cuando pase esta situación. Cambia todos sus goles por volver a jugar en Primera con el “Santo”. “Sólo quiero ascender con San Martín”, remata apuntando al objetivo común y a que la pandemia pase rápidamente, por sobre todas las cosas.