Este viernes el oficialismo nacional llevará a la Cámara de Diputados el impuesto extraordinario a los grandes patrimonios, según le anticiparon fuentes parlamentarias a la agencia Télam. El diputado Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto y autor del proyecto, detalló ayer que alcanzará a quienes poseen más de U$S 3 millones (al valor oficial del dólar) y estimó que el fisco recaudará en consecuencia alrededor de U$S 3.000 millones. Hoy él y su jefe de bloque, Máximo Kirchner, definirán la letra chica de la iniciativa, que el martes recibió el visto bueno del presidente, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, durante un encuentro que mantuvieron los cuatro en Olivos.

“Esta no es una campaña de persecución contra nadie -aclaró Heller en diálogo con la radio La 990-: hay una necesidad imperiosa de conseguir recursos y se está buscando dónde pueden estar sin que le cambien a nadie la condición que tiene de vida ni la acumulación de riqueza”. De acuerdo con los cálculos del también presidente del Banco Credicoop, la ley alcanzará a alrededor de 12.000 personas. “Significa el 1,1 % del total de los contribuyentes del impuesto a los bienes personales, el 0,08 % de la población económicamente activa. Es un universo muy acotado”, consideró.

Consultado por LA GACETA, el abogado tributarista Octavio Concilio analizó el borrador del proyecto y criticó su redacción. “En sus considerandos, se basa en una publicación de Forbes de junio pasado que menciona a las 50 familias más ricas del país. No es un dato que pueda fundamentar un proyecto de ley de esta magnitud. La AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) tiene información mucho más robusta, que permitiría darle operatividad a la recaudación”.

¿Confiscatorio?

Además, el tributarista explicó que el proyecto impone en realidad dos cargas fiscales: una al patrimonio y otra a las utilidades. “La primera es idéntica al impuesto a los bienes personales; la segunda, al impuesto a las ganancias. Es decir, quienes estén comprendidos deberán pagar dos impuestos de la misma naturaleza, el que ya existe y este impuesto de emergencia”, detalló.

Con relación al impuesto extraordinario a las ganancias en particular, Concilio recordó que la alícuota del gravamen actual para sociedades ya es del 30 %. Y, en consecuencia, advirtió: “con el impuesto de emergencia, quienes hayan tenido en el último ejercicio una ganancia neta de $ 1.000 millones deberán pagar otro 10 %. Es muy probable que la Corte Suprema determine en cada caso que la aplicación complementaria es confiscatoria”.

Críticas opositoras

Varios referentes de Juntos por el Cambio ya rechazaron la propuesta de Heller y Kirchner. Por ejemplo, el ex ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay argumentó: “no hay ningún otro país al que se le ocurra que es una buena idea aumentar impuestos en estos momentos, con la caída dramática de la actividad económica”. “Más adelante puede venir una discusión sobre la reforma tributaria y cómo distribuir mejor la renta, pero ahora hay que proteger el empleo y acompañar a todos los que están tratando que no se nos caiga la economía”, recomendó en declaraciones a Todo Noticias.

Por su parte, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, coincidió con Prat Gay en que no es un momento para aumentar impuestos: “al revés, el Estado tiene que poner dinero, no sacarlo. Vamos a necesitar que las grandes empresas, cuando abran, tiren del carro. No tienen en cuenta que muchas pymes dependen de esas empresas”.

Aun así, el proyecto de impuesto a las grandes fortunas avanza. La intención del hijo de la vicepresidenta es iniciar el debate en comisión mañana y a partir de allí consensuar con el peronismo no kirchnerista y el Frente de Izquierda.