Para el artista plástico Pablo Iván Ríos, los dibujos que comenzó a publicar en Facebook son un llamado a protegerse de la pandemia y a la vez un mensaje de tolerancia entre las personas, necesario en estos tiempos difíciles. Guerreros enfundados en un traje a prueba de contaminación, pero con alas de mariposa y armas que disparan papelitos de colores. Los acompaña siempre con un texto: “Y aquí estamos, trabajando para vos para cambiarle la cara a estos tiempos. Para vos, sin distinción si sos tornero, enfermera, chofer de colectivo, actriz, decorador o ingeniera. Sos reina y sos rey, no importa lo que te hayan dicho. Por esa razón te proponemos esta entusiasta maravilla para eventos nocturnos con alas de mariposa monarca. Batí tu esencia y encandilá a más de uno y con el fusil dispará confetti a lo loco y sembrá alegría. Provisto con una tira para 200 disparos de papelitos de colores para que la noche sea larga y unas antenitas que se extienden cuando encontrás a tu pareja ideal así todos se den cuenta y no existan malos entendidos. A parar bien las antenas”, escribe Ríos. Y después de nombrar a tres amigos a quienes dedica su obra, se despide con besos.
En diálogo con LA GACETA, el artista habló de sus motivaciones y de su actividad pictórica.
- ¿Por qué decidiste publicar esta serie de dibujos?
- Para tirar buenas ondas. La gente está muy agresiva en las redes. Uno lo insulta al presidente, otro a la Policía... Entonces quise darles algo que los junte. Los acompaño de un texto donde menciono a dos o tres amigos como que son mi inspiración, tratando de juntar personas de diferente palo. Ahora veo que me llueven los pedidos de muchos que quieren que los nombre. Los hago con ayuda de mi hija (Virginia, de 17 años). Ella me sugiere ideas. Para los trajes me inspiro en “Mad Max”, en “Blade Runner”, con detalles que los hacen menos duros y más ambiguos. Que puedan ser masculinos, femeninos o gay. Que a pesar de no poder tocarse con otro, que no se rompan las relaciones, el cariño y las ganas de celebrar que estamos vivos. Los personajes están preparados para la guerra, pero es una guerra del amor.
- ¿El dibujo es una alternancia necesaria con la pintura?
- Sí. Cuando paro de pintar, dibujo, y después vuelvo a pintar. Con cada una de las dos técnicas la cabeza trabaja diferente. A los encargos que tengo los voy llevando a piñas. Agarro uno y le doy con todo, después paro y agarro otro. Pinto dos o tres cuadros a la vez, porque al ir alternando entre uno y otro, se va refrescando la mirada. Ayer y hoy hice el ejercicio de no mirarlos. Nada de color. Hacer solamente cosas en blanco y negro, y mañana voy a agarrarme a piñas de nuevo con el color.
- ¿Qué temas ocupan ahora tu pintura?
- Estoy trabajando con dos series que inicié hace un tiempo. En una, un cubo gigantesco aparece sobre una vista aérea de una ciudad, y a su vez alberga otra ciudad en su cara superior. En la otra serie, una gran avenida es el escenario por donde se mueven los autos. La presencia del Monumento al Bicentenario alude a la Mate de Luna. La planteo a nuestra ciudad tan valiosa como cualquier otra capital del mundo. Pasan las mismas cosas. La gente se ama, se encuentra, se separa... lo que sea.
- ¿Qué elementos propios de Tucumán aparecen?
- Cosas que nos representan aparecen flotando como si fueran naves o centros del universo. Puse el edificio de la Universidad Tecnológica, el Cristo de San Javier, voy a poner la Casa Histórica, la esquina del Correo, todos volando. Hago convivir la universidad, la ciudad, una nave espacial, y por abajo pasa un colectivo antiguo o el carro de un cartonero. Ha ido cambiando mi paleta de colores, desde los tierra a los rojos y azules ardientes.
Destacado creador: el artista recibió distinciones en el salón de parís
Pablo Iván Ríos -tucumano, de 49 años- es un pintor, dibujante, y también ilustrador y guionista de cómics. Entre otras importantes distinciones, sus obras recibieron la Medalla de Bronce en 2015 y la de Plata en 2016 en el Salón de Bellas Artes de París.
Por sus méritos artísticos fue nombrado Miembro Asociado de la Sociedad Nacional de Bellas Artes de Francia, y es
el único argentino en ostentar tales distinciones en toda la historia de la plástica del país. Pintores agrupados en Art Mondial lo nombraron Caballero Académico. La Legislatura y la Municipalidad de Tucumán lo han reconocido por su trayectoria. Vive y produce su obra en su taller en la zona del ex Mercado de Abasto.