Una mujer se escondió en el baúl de un taxi para ir a ver a su novio en medio de la cuarentena. La joven luego publicó sus actos en su cuenta de Instagram y el video se viralizó. Más tarde fue hallada por las autoridades, que la notificaron y le advirtieron que la próxima vez será detenida. Ocurrió en Buenos Aires. Sin embargo, hechos como este se suceden a diario en casi todas las provincias; algunos trascienden, otros quedan en conversaciones de vecinos. En Tucumán se viralizó un video en el que un médico que vive en Yerba Buena salió de su casa en bicicleta para supuestamente atender a un paciente en un country. Pero el personal de portería no lo dejó ingresar con su bicicleta. El médico insultó a los porteros y los desafió a plena luz del día. En Río Cuarto, Córdoba, un hombre de 49 años se filmó jactándose de cómo burló los controles para andar en bicicleta y lo detuvieron. Así se repiten escenas de la vida cotidiana en pleno aislamiento obligatorio, que algunos ciudadanos no respetan.

Es un momento sumamente delicado, porque la pandemia de coronavirus desafía la vida en sociedad en su totalidad. La dinámica del día a día obliga a modificar las agendas y costumbres, y al tiempo que se implementan políticas tendientes a cuidar a la población es necesario que el mundo siga funcionando. Hay una lógica y prioritaria preocupación por la salud pública, y a la vez reordenamientos en el campo laboral, en el profesional, en el educativo y en el cultural. La primera etapa del encierro comenzó en marzo. Costó tiempo que la gente entendiera la necesidad de respetar el aislamiento. Recordemos aquella imagen de cientos de autos formados en fila para ingresar a la villa veraniega de Monte Hermoso, en Buenos Aires. La responsabilidad ciudadana en plena emergencia sanitaria es imprescindible y en distintas franjas de la sociedad la respuesta no está a la altura de las circunstancias.

Al principio hubo un hashtag que lo decía todo: #NoSonVacaciones significaba que iban a ser días para cuidarse. Para respetar el aislamiento en los casos recomendados. Para que quienes deban salir de casa por distintas razones (trabajo, compras imprescindibles, trámites impostergables) tomen los recaudos de higiene correspondientes. En el caso de quienes están violando la cuarentena el llamado a la reflexión es imperativo, pero a esta altura de la situación lo que corresponde es que reciban las sanciones correspondientes. Hoy comienza una nueva etapa de las restricciones. Se amplía el radio de trabajo para nuevos rubros que permitan reactivar la economía. Sin embargo, eso no significa que deban abrirse puertas de manera clandestina para violar la cuarentena. Es clave entender que no debemos caer en el abuso.

Sólo se podrá salir a comprar alimentos o medicamentos a los sitios cercanos o para asistir a un puesto de trabajo considerado esencial. El Presidente anunció que se extenderá hasta el 26 el aislamiento social. También dijo que habrá nuevas actividades exceptuadas, pero es fundamental tener un comportamiento sensato frente a la pandemia. Es difícil, pero no imposible. Es complejo y requiere un sacrificio, pero hay que comprender que es por el bien común. Hay que actuar con responsabilidad ciudadana en esta nueva etapa a la que el Gobierno denominó “un aislamiento administrado”. No podemos arriesgar el sistema sanitario argentino frente al enemigo invisible como es la covid-19. El coronavirus no distingue edades, puede atacar a todos.