Catamarca fue la primera provincia argentina que estableció, el 27 de marzo, el uso obligatorio de barbijo para circular por la calle. Coincidencia o no, es uno de los tres distritos que hasta hoy no registra casos de coronavirus.
En la línea opuesta, en Chaco desaconsejaron el uso de barbijos. “Lo que observamos en la calle es gente que circula con cualquier tipo de barbijo, de tela, de plástico, de cualquier tipo, y eso tampoco está recomendado porque lo único que hace es ponerse un equipo de protección que no protege”, comunicaron las autoridades sanitarias de esa provincia.
Chaco es la quinta provincia con más casos oficializados de Covid-19.
A Catamarca se le sumaron luego en la obligatoriedad del uso de protecciones Salta, La Rioja, Jujuy, Santiago del Estero y Misiones.
Pese a que las recomendaciones de la ONU siguen siendo que sólo deben llevar barbijo las personas que presenten síntomas o quienes cuidan a enfermos, lo cierto es que los países que avanzaron en esta dirección son los que exhiben los mejores resultados, como Corea del Sur y Japón, o los europeos Eslovenia, Eslovaquia y República Checa. Este último, decretó la obligatoriedad del uso de mascarillas en la vía pública (barbijos, pañuelos o bufandas) el 18 de marzo, e impuso multas de 300 euros (alrededor de $21.000) para quienes no cumplan. Estos países registran la menor cantidad de casos de Europa.
Una de las contraindicaciones de llevar barbijo es no saber utilizarlo. Si no es bien manipulado, una persona puede correr riesgos al sacárselo y además al tener una mayor sensación de protección puede relajarse en los cuidados y aumentar el riesgo de contagio.
Lo mismo ocurre con los guantes. De nada sirve usar guantes si uno se va a tocar la cara a cada rato.
De todos modos, lo que se está comprobando es que el barbijo sirve para proteger a los otros de nosotros, no al revés, y que los resultados son efectivos cuando los usa el 100% de la población y no sólo los grupos de riesgo, ya que la mayor parte de los contagios se producen cuando la enfermedad aún no presenta síntomas. Incluso, el 80% de las personas infectadas no presentarán síntomas nunca.
En Tucumán, por ahora, el uso del barbijo es sólo “una recomendación” de las autoridades.
Las evidencias de los lugares que están mostrando los mejores resultados son bastante fuertes y no existirían razones para no avanzar en este sentido.
Ya sea mediante una ley del Poder Legislativo o un decreto del Ejecutivo, la provincia debería implementar el uso obligatorio de mascarillas, y más ahora que se avecina el frío.
Es obvio que no hay stock suficiente y que además mucha gente no tiene dinero para comprar barbijos, pero existen numerosos tutoriales en internet que enseñan a hacer protectores caseros y efectivos.
También es responsabilidad del gobierno publicitar estas prácticas saludables y ayudar a la gente a estar mejor informada y protegida. Empezando por las autoridades provinciales, que deberían mostrarse con barbijos en lugares públicos, lo que lamentablemente no ocurre siempre.