“No está el horno para bollos”. Ese fue el comentario que recibió el gobernador Juan Manzur cuando enfilaba ayer hacia el despacho del presidente Alberto Fernández, en la Casa Rosada.
El caos observado en todo el país con el cobro de beneficios de programas sociales y el pago de haberes a jubilados trastocó el humor presidencial. El mandatario tucumano había viajado a primera hora de ayer rumbo a Buenos Aires, junto con su par de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, que cedió espacio para el tucumano en su avión oficial. Por efecto de la cuarentena, la aeronave provincial que suele usar Manzur se encuentra sin operar.
Pese a que no vio al Presidente, el titular del Ejecutivo aprovechó su estancia en la Rosada para solicitarle al ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, una asistencia financiera adicional para poder abonar los salarios de marzo a los estatales provinciales. Además, mantuvo un encuentro con el titular del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), Enrique Cresto, con quien reafirmó el compromiso de incluir a Tucumán en un programa de obras junto a otras cuatro provincias con una inversión estimada en los $ 2.000 millones.
El gobernador ya se encuentra en la provincia. Hoy irá al Hospital del Este para supervisar el montaje de un centro de aislamiento con 100 camas. Además hoy llegarán a Tucumán seis respiradores y siete ecógrafos provistos por el Gobierno nacional.