SAN PABLO, Brasil.- El número de infectados por coronavirus en Brasil llegó a superar los 4.200 casos, y ya alcanzó las 136 muertes a causa de la enfermedad; datos que lo convierten en el país con más infectados y muertos de Latinoamérica. Sin embargo, el presidente de ultraderecha, Jair Bolsonaro, se mantiene firme en su postura de no tomar medidas restrictivas para evitar más contagios, y arenga a la gente a que vaya a trabajar.
En ese sentido, Bolsonaro dedicó la mañana de ayer a recorrer los mercados y las calles de Brasilia para seguir su campaña contra el confinamiento. “Defiendo que trabajes, todos los tontos trabajan”, dijo. Aunque señaló que, para evitar contagios en la “población de riesgo”, los de mayor edad deberían permanecer en sus hogares. “Por supuesto, cualquiera que sea viejo, que se quede en casa”.
Con esto, el mandatario reunió a un gran número de seguidores, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lo contrario. El ministro de Salud de Brasil, Luiz Enrique Mandetta, siguió las indicaciones de la OMS y recomendó el distanciamiento social para evitar el colapso del sistema sanitario.
Además, Bolsonaro volvió a contradecir a su ministro de Salud en referencia al tratamiento que impulsa el infectólogo francés Didiere Raoult. Mientras el presidente sostuvo que “la cloroquina está funcionando en todas partes”, Mandetta advirtió que esa sustancia aún se encuentra en sus primeras etapas de estudio.
Los esfuerzos de Bolsonaro apuntan a resguardar la estabilidad económica del país. “La cura no puede ser peor que la enfermedad”, opinó respecto del aislamiento preventivo. (Télam)