“No puedo creer que ese infeliz haya cumplido con la amenaza. Siempre decía que le haría algo a la chiquita. Y encima se mató para no enfrentar las consecuencias”, renegó Mario Bravo, un vecino de la localidad de Las Tipas, Lules. San Isidro de Lules, justamente, quedó conmocionada después de que un joven de 21 años ahorcara a su hija de dos años y luego se quitara la vida colgándose de un limonero en una finca.
Esta trágica historia comenzó a escribirse el viernes al mediodía. Leonardo Almirón se presentó en la casa donde vivía Estafanía Arias, de 21 años. Discutieron durante y, de manera sorpresiva, él se dirigió hacia donde estaba Solange, la hija de ambos.
“No la vas a volver a ver más: la voy a matar”, le dijo Almirón a Arias antes de perderse en un monte de la zona.
La abuela de la niña, al enterarse de lo que había sucedido, se dirigió desesperada a un retén policial que se había montado para vigilar el cumplimiento de la cuarentena. Les clamó ayuda a los uniformados. Desde ese momento se montó todo un operativo para buscar al acusado de haber raptado a la menor, con la esperanza de que ubicarían a la pequeña. El operativo concluyó el viernes, cuando el sol desaparecía detrás de los cerros.
Ayer, ya con la dirección de la fiscala Mariana Rivadeneira, quien abrió una causa por privación ilegítima de la libertad, el rastrillaje fue mucho más intenso. En la búsqueda participaron personal de la comisaría de Lules, a cargo del comisario Pablo Di Rissio; personal de Infantería de la Unidad Regional Oeste; Policía Municipal; Bomberos Voluntarios y algunos lugareños que se sumaron a caballo para intentar localizar al hombre y a su hija. Al mediodía, personal del Equipo Científico de Investigación Fiscal se sumó al trabajo y desplegaron un dron para tratar de encontrar a la pequeña.
Cerca de las 16.30, a través de una comunicación radial, los policías recibieron la peor noticia. En una quinta de limones ubicada, en las cercanías de la Papelera, encontraron colgados de un árbol a la niña y a su padre. Los primeros informes médicos indican que el joven asesinó a su hija el viernes mismo e inmediatamente decidió quitarse la vida.
El móvil
La pareja estaba separada desde hace tiempo. Al parecer, por los castigos físicos y psicológicos que él le habría propinado, la joven decidió ponerle punto final a la pareja. Desde ese momento, Almirón presionaba a Arias para que retomara la relación. “Ella no quería saber nada, pero él no dejaba de molestarla”, explicó Bravo.
María Laura Herrera, familiar de la víctima, llorando aclaró: “no sé qué se le pasaba por la cabeza al chango. Siempre hacía lo mismo, se la llevaba a la chiquita cada vez que ella le decía que no”.
“Fue un golpe muy fuerte saber el final que tuvo. Era un angelito. La bebé no tenía nada que ver con los problemas de los padres. La verdad es que no entiendo qué tienen los jóvenes en la cabeza. Algunos dicen que tenía problemas con las drogas, pero no creo que sea así, me parece que son habladurías”, aseguró Federico Suárez.
La localidad de Las Tipas está en las afueras de Lules, cerca de la ruta 341. Allí hay varios complejos deportivos y viviendas de descanso de los quinteros. Los pobladores viven en casas pequeñas y pobres, rodeadas de plantaciones de limones. La mayoría de ellos se ganan la vida trabajando allí. El crimen de la pequeña enlutó a todos y, al cierre de esta edición, se preparaban para velarla. No sabían que por la cuarentena no podrían hacerlo.
“Esto es una desgracia. Dicen los vecinos que él ya había avisado varias veces que haría eso. Nadie le creyó, pero ahora todos estamos llorando por ese belleza de niña. No pensábamos que sería capaz. Al matarse, no irá preso, pero seguro que Dios tampoco lo perdonará”, manifestó Marcos Juárez.
La madre del supuesto homicida, cuyo nombre no trascendió, habría confirmado la versión que dieron a conocer los vecinos. La causa quedó en manos de la fiscala Adriana Giannoni que, hasta el cierre de esta edición, no pudo confirmar si la madre de la niña había realizado denuncias contra su ex pareja por violencia de género.