En 2015 el hacinamiento de reos en los calabozos de las comisarías de la provincia ya era un problema. Los fiscales Adriana Giannoni y Diego López Ávila habían advertido sobre la situación cuando pidieron un hábeas corpus en favor de los presos, de los policías y de los vecinos que fue concedido por la Corte Suprema de Justicia de la Provincia meses después.
Uno de los argumentos había sido el peligro sanitario que representaba tener tantas personas encerradas en un mismo calabozo. Pasaron cinco años y poco se hizo para paliar la crisis carcelaria. Cuando se realizó el planteo, se habían registrado unos 500 arrestados en dependencias policiales.
Hoy, el promedio es de 1.000. Y el martes se encendió una luz de alerta por la muerte de un arrestado, el tercero en poco más de un mes por cuestiones de salud. Los profesionales del Centro de Salud descartaron que se haya tratado de un caso de coronavirus, pero la Justicia ordenó que se realizaran una serie de estudios para determinar cuáles fueron las causas del fallecimiento.
Walter Gustavo Díaz, de 46 años y procesado por una causa de abuso sexual, fue llevado de urgencias al centro asistencial de Barrio Norte el martes por la mañana. Desde hace varios días presentaba un cuadro de diarrea y vómitos y su estado de salud se agravó cuando hizo 39° grados de fiebre. Murió horas después de un paro cardíaco. Según fuentes judiciales, fue atendido al menos tres veces en el Caps de la zona y, por su delicado estado de salud, se le tramitó un turno en el hospital. Ayer debería haber sido atendido por un profesional.
El fallecido permanecía privado de su libertad desde hace más de un año en esa dependencia policial esperando tener un lugar para ingresar al penal de Villa Urquiza, medida que no se cumplió por la falta de cupo. La Corte Suprema, mediante una acordada firmada en 2016 prohibió que los procesados continúen detenidos en las comisarías.
Según confirmaron fuentes judiciales, padecía un cuadro de diabetes crónica y, pese a ser una persona de riesgo, estaba encerrado en un calabozo con al menos otras 20 personas, cuando en realidad tiene capacidad para 10. Actualmente, en el penal de Villa Urquiza, el más grande de la provincia, hay alojados 860 detenidos, mientras que en la población carcelaria de todas las comisarías asciende a 1.000.
“Tras los estudios pertinentes por cuestiones sanitarias y legales, los médicos de guardia Angel Alderete y Eduardo Briatura, concluyeron que no se considera un caso sospechoso de coronavirus”, informó un parte de prensa difundido por el Ministerio de Seguridad.
Explicaciones
Pese a esa confirmación de que no se trataba de un caso de coronavirus, desde la cúpula de la fuerza se decidió relevar a todos los efectivos que prestaban servicios en esa comisaría. “Se tomaron las medidas preventivas para cuidar al personal policial. Lo que se busca es proteger a los que cuidan a todos los tucumanos, por ello fueron enviados a sus domicilios a fin de que cumplan con la cuarentena obligatoria”, explicó el jefe de Policía Manuel Bernachi.
El ministro de Seguridad Claudio Maley también se refirió al fallecimiento del reo. “Conforme a las observaciones médicas realizadas oportunamente, el preso llegó al hospital con un cuadro de diabetes desestabilizada lo que generó un cuadro de infección. En base a otros estudios, se confirmó que no había un cuadro infeccioso en torno al sistema respiratorio”, explicó.
“Por eso queremos -agregó el ministro- dar tranquilidad a la población y al personal policial que presta servicios en esa comisaría. No obstante ello, el Jefe de Policía ha dispuesto el relevo de las guardias para garantizar su aislamiento hasta que se conozcan los resultados finales de los exámenes médicos”, expresó el ministro.
Bernachi también llevó tranquilidad a los vecinos de El Colmenar y aseguró que la comisaría funciona con normalidad con la disposición de una nueva guardia policial.
Sobre los presos alojados en esa dependencia, sostuvo: “Desde Medicina Legal de la Policía consideran que no es necesario trasladarlos, ya que se encuentran sin recibir visitas y ninguno de ellos ha manifestado alguna sintomatología bajo sospecha. Por lo tanto seguirán en la Comisaría bajo la debida atención legal y sanitaria”.
En la Justicia
El caso quedó en manos de la fiscala Giannoni. Por el momento, solicitó la historia clínica del fallecido y los resultados de los análisis que se le hicieron. “No está confirmado aún las causas de la muerte”, explicó.
“Las recomendaciones es que primero se haga un test para determinar si murió por coronavirus y recién después realizar la autopsio. Por eso se decidió preservar el cuerpo en la morgue a la espera de los resultados para que continuemos con la investigación”, concluyó la fiscala que conduce las las oficinas especializadas en homicidios.