Una enfermera cree haber descubierto un nuevo síntoma de coronavirus. Tras haber atendido a miles de pacientes en el Life Care Center en Kirkland, el epicentro del brote por coronavirus COVID-19 en el estado de Washington, Chelsey Earnest observó que todos ellos presentaba ojos onrojecidos.
En una entrevista brindada a CNN, y replicada por Infobae, la mujer advirtió que los ojos rojos eran “la señal más importante” de los residentes que tenían COVID-19. “Es algo que presencié en todos los pacientes. Tienen como ojos de alergia. La parte blanca del ojo no es roja. Es más como si tuvieran una sombra de ojos roja en el exterior de sus ojos", describió la enfermera.
Este descubrimiento es extraño y no responde a ningún otro síntoma conocido hasta el momento, incluidos aquellos nuevos que incluyen la pérdida del olfato y el gusto por algunos días. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos no tienen ojos rojos, ni ningún problema ocular, en su lista.
Lo que se incluye son fiebre, tos y falta de aliento. Por el contrario, los dolores o la presión persistentes en el pecho y los labios azulados son signos de emergencia y de que el paciente deberá ser atendido de inmediato porque su vida podría correr peligro.
Sin embargo, la Academia Americana de Oftalmología envió una alerta el domingo sobre informes de que el virus chino podría causar conjuntivitis, que es la inflamación de la membrana que recubre el párpado.
“Hemos tenido pacientes que solo tenían los ojos rojos como el único síntoma que vimos e ir al hospital para luego fallecer", dijo la enfermera. Esta información fue compartida por Earnest con sus superiores, que ya están al tanto del síntoma. En caso de tener “ojos rojos”, los médicos de urgencias conseguirán de inmediato una cama.
Otros síntomas poco frecuentes
Además de la fiebre, la tos y la fatiga, la pérdida del olfato y del gusto podrían estar relacionadas con la presencia del coronavirus en el organismo, informaron la semana pasada investigadores alemanes.
El virólogo Hendrik Streeck, que coordina las investigaciones sobre la epidemia en el área de Heinsberg, la ciudad en la que se concentra el brote en Alemania, encontró este síntoma en varios pacientes que trató por COVID-19, según dijo al diario Frankfurter Allgemeine.