La serie “Freud” que estrena hoy Netflix no trata sobre la vida del padre del psicoanálisis sino que es una ficción de suspenso con Sigmund Freud como protagonista, al estilo del “Sherlock” de Benedict Cumberbatch, que nada tiene que ver con el original de Arthur Conan Doyle.  La serie muestra  a Freud cuando aún era un joven estudiante y se ve enredado en una serie de acontecimientos que están ligados a crímenes, fantasmas y espiritismo. La producción alemana cuenta con ocho episodios en los que el joven médico se verá involucrado en la investigación de asesinatos en Viena, a principios del siglo pasado. Freud y su amigo Arthur Schnitzler asisten a muchas fiestas de la sociedad vienesa, borrachos de cocaína. Así, a 80 años de la muerte de Freud, su nombre se volverá viral entre los usuarios de Netflix, pero ligado no a su verdadera historia sino a un drama policial con algo de thriller.

«La serie tiene lugar en Viena, pero filmamos todo en Praga. La arquitectura de las ciudades es similar, pero a diferencia de Viena, que ha sido renovada masivamente a lo largo de los años, Praga todavía tiene una pátina histórica”, comentó el director, Marvin Kren (“4 Blocks”).