“Ante la inquietud de jugadores y dirigentes, la Superliga Argentina de Fútbol consultó con autoridades deportivas y sanitarias de la Nación respecto de la actitud a adoptar en cuanto al desarrollo del campeonato argentino de Primera División.
Dichas autoridades nos informaron que los partidos de fútbol podrían jugarse, tomando la prevención de hacerlo sin público, con el fin de evitar la eventual propagación del virus Covid-19. También nos aseguraron que los jugadores, al no formar parte de los grupos de riesgo y ser profesionales de una actividad rentada, podrían desarrollar su trabajo normalmente, como lo hacen todos los días miles de argentinos en fábricas, hospitales y tantos otros lugares.
Siguiendo las normas que el sentido común indica, la Superliga acata y adopta las instrucciones de las autoridades nacionales, que son las que definen las conductas colectivas a adoptar en estos casos. En momentos de incertidumbre mundial por una situación totalmente atípica, en nuestro fútbol no debería haber lugar para posiciones individualistas o unilaterales. Las mismas se apartan del contexto general de prudencia y provocan un gran alarmismo en la sociedad. Todos debemos ser conscientes y tomar en forma conjunta las medidas que aconsejen los científicos y especialistas en el tema. Cumplir las normas que recomienda el Estado es la mejor manera de contribuir al cuidado de los argentinos. La actitud adoptada unilateralmente por un club integrante de la Superliga será pasible de sanciones. Los reglamentos rigen la competencia y todos los sectores deben subordinarse a ellos. Sobre todo si las autoridades nacionales no encuentran motivos científicos para restringir la disputa de los encuentros, una vez tomado el recaudo de que los mismos se realicen a puertas cerradas y sin público”.