A pesar de que era un apellido común en las crónicas policiales de los últimos cinco años, fue un hecho el que visibilizó aún más el poderío del clan que domina Villa 9 de Julio: el secuestro del que fue víctima Margarita Toro conmocionó a la provincia. No sólo fue por la gravedad, sino porque dejó al descubierto el poder que tenían estos grupos. Y se produjo semanas después de que los responsables del área de Seguridad minimizaran la peligrosidad de estas organizaciones delictivas.
El clan Toro: vinculados al crimen de MariottiEl 25 de abril de 2018, cerca de las 20, un grupo de por lo menos cinco jóvenes que se movilizaban en motocicletas y en autos particulares, se presentó en la casa de “La Jefa” en el barrio 130 Viviendas de Villa 9 de Julio. La sorprendieron cuando abandonaba su dolicilio para hacer unos trámites junto a su hermana Verónica y una menor de edad. Los secuestradores, después de bajar a los golpes a sus acompañantes, se subieron al vehículo y se llevaron a la mujer con destino desconocido.
La hermana fue la que denunció el hecho. En su primera exposición, denunció a los miembros de los clanes Acevedo, Robles y Peralta como los responsables del secuestro. Ella también habría sido la encargada de negociar la libertad de “La Patrona”.
El clan Toro: un plan criminal para eliminar al grupoSegún la investigación desarrollada por el fiscal federal Pablo Camuña, Margarita fue llevada al Cadillal, donde los Acevedo tienen propiedades. La golpearon y, de acuerdo a las versiones de algunos investigadores, filmaron el castigo y se lo enviaron por WhatsApp a los otros miembros de la familia Toro. La negociación entre los captores fue tensa. Pese a que los familiares lo negaron en reiteradas oportunidades, “La Jefa” fue liberada al norte de la capital luego de que pagaran un rescate. La cifra que pagaron fue siempre un misterio. Algunos hablan de un $500.000 y otros de por lo menos $2 millones.
El hecho generó dos tipos de reacciones. La inmediata quedó plasmada en un audio que habría grabado Ismael “Ima Toro” Tévez y se le mandó a la nuera de Gustavo “El Gordo” González, uno de los referentes del clan Acevedo. Estas fueron algunas de las palabras que se escucharon:
- “Ya no nos importa la ‘cana’. Esto (no) va a terminar hasta que nos matemos todos”.
- “Con la ‘Patrona’ nadie se mete. Ustedes no tienen el armamento que tenemos nosotros. Les avisamos para que estén ‘pillos’. Vamos a ir mañana (por ayer) a la cancha”.
- “Ustedes nos tocaron el c... Espero que sepan cómo viene la mano, porque ahora nos vamos a hacer p... Este ha sido su peor error”.
- “Uno no lo hace de zarpado, pero tenemos la orden de hacer daño. Qué va a hacer, con la ‘Patrona’ nadie se mete”.
Pese a la gravedad de las amenazas, la Justicia ordinaria no tomó cartas en el asunto. Y los Toro fueron cumpliendo de a poco lo que habían anunciado. Dos días después de la liberación de “La Jefa”, un grupo de “soldaditos” supuestamente liderados por “Ima Toro” incendió la casa de la madre de Julieta Díaz, la nuera de “El Gordo”.
González, líder de La Inimitable, negó tener algún tipo de vinculación con el secuestro de Toro, pero sí aclaró que tuvo problemas con sus familiares. Aseguró que todo comenzó cuando Maximiliano “Maxi Toro” Martínez le robó una moto de competición de uno de sus hijos. Meses antes, en una producción sobre el clan Acevedo, el barrabrava había advertido que también habían tenido problemas con la gente oriunda de Villa 9 de Julio porque pretendían quedarse con el poder de las tribunas para poder comercializar drogas. Un mes después, sufrió un ataque a balazos en su casa del barrio.
En noviembre, personal de la Policía Federal realizó al menos 17 allanamientos en distintos puntos de la ciudad para detener a los responsables del secuestro. Varios cayeron en las medidas y otros se fueron presentando ante las autoridades. Pero en febrero de 2019 el juez federal Daniel Bejas confirmó el procesamiento de Víctor Ariel “Pipa” y Hugo Eduardo “Barza” Robles (referentes del clan Robles), Héctor Gustavo “El Gordo” y Esteban Abel “Vaquita” González (el líder de La Inimitable y su hijo, que lo secundaba en la barra de Atlético), Andrés Marcelino “Mudo Andrés” Zelaya, Cristian Guillermo “Oreja” Lobo, Cristian Fabián “Gordo Cristian” Venturelli (sería familiar del ex delegado comunal de El Cadillal) y Mauro Rubén “Pilo” Benítez. Hubo otro acusado que no fue procesado por ser menor de edad. Todos esperan encerrados que se desarrolle el juicio en su contra, en audiencias que hasta el momento no tienen fecha.