El clan de Villa 9 de Julio no tuvo mucho tiempo para recuperarse del secuestro de su líder, Margarita Todo. Un año después, se descubrió que otra organización estaba elaborando un plan para eliminar al grupo y quedarse con su poder. La investigación por delitos contra la propiedad, casi de manera casual, evitó que se iniciara una nueva guerra por el dominio territorial en ese sector de la ciudad.
El clan Toro: el secuestro de "La Jefa" generó alarma en la provinciaEl fiscal Diego López Ávila acumuló varias causas de violentos asaltos desde octubre de 2018. Descubrió que estaba integrada por delincuentes comunes, ex militares, policías retirados y que fueron creciendo en sus actividades ilícitas. Comenzaron atacando casas de familia en las que sabían que guardaban importantes sumas de dinero. Después, fingiendo allanamientos, se presentaban en las casas de transas para despojarlos de las drogas y el dinero que recibían. El haber ingresado al oscuro mundo narco les amplió el campo de acción.
El clan Toro: vinculados al crimen de MariottiEn el expediente consta que los integrantes de la banda reunían información sobre la llegada de algún cargamento de droga. Cuando conseguían un dato preciso, con complicidad de policías, realizaban controles truchos para robarles los estupefacientes y el dinero que trasladaban. Luego revendían la droga en los diferentes “quioscos” de la ciudad. Al hacerse de un importante capital, se cree que la organización dio un último salto: comenzó a dedicarse al transporte primero y al tráfico después en grandes cantidad de sustancias prohibidas.
Fuentes judiciales confirmaron que los integrantes de la banda, en su mayoría oriundos de Villa 9 de Julio y La Costanera, tenían un plan para debilitar al clan que lideraba “La Jefa”. Primero habrían pensado pagar a un reo para que asesinara a Maximiliano “Maxi Toro” Martínez, considerado como el brazo armado del grupo. El elegido se encontraba detenido por tentativa de homicidio en los calabozos de la ex Brigada de Investigaciones.
Luego de eliminar al joven, comenzarían a atacar a los allegados y los “quioscos” de Margarita. Para concretar ese paso, habrían pensado eliminar a una pareja vinculada a los Toro que vivía en un edificio céntrico y que podría tener escondidas las armas del grupo. Todo se frenó por una maniobra que se organizó en Tribunales. López Ávila se comunicó con su par Pedro Gallo, que llevaba adelante la causa por la que se encontraba detenido “Maxi Toro” para contarle lo que estaba sucediendo. Entre ambos, acordaron trasladarlo al penal de Villa Urquiza una madrugada. El operativo se hizo en el mayor de los silencios para evitar que los miembros de la banda se enteraran que los estaban investigando.
“Los que lo hicieron no respetaron nada, hasta requisaron a los guardias de la ex Brigada. Después me pusieron un chaleco antibalas, un casco y me hicieron subir a una furgoneta. Después me contaron que había dos motos del GOMT y el Grupo Cero escoltándome. Fue una locura”, explicó “Maxi Toro” en una entrevista con LA GACETA. “No sabía nada de ese supuesto plan. Creo que todo fue un invento de la Policía, pero por las dudas, espero que me den protección”, agregó.