“Era un hombre muy trabajador”, fueron las palabras con las que amigos y parientes describieron ayer a Néstor Sebastián Reartes, de 39 años. El joven murió luego de recibir dos disparos en la noche del viernes, cuando se dirigía a cerrar una transacción de compraventa de un vehículo. Iba en una camioneta, junto con su amigo Augusto David Fernández, en momentos en que dos desconocidos que circulaban en moto lo interceptaron en avenida Néstor Kirchner, y le exigieron el dinero. Reartes advirtió la situación y, como tenía más de $ 400.000 en el auto, intentó escapar. Lo persiguieron varias cuadras, hasta que uno de los motoarrebatadores se bajó en avenida Independencia al 2.900 y disparó. Luego del incidente, Fernández (quien no quiso ayer hablar con la prensa) lo trasladó hasta el hospital Padilla, pero al llegar ya había fallecido. Horas más tarde, detuvieron al presunto atacante.
Reartes era padre de tres hijos: el mayor de 14 años, una pequeña de nueve y el menor, de casi dos años. “Últimamente, se dedicaba a comprar y vender vehículos. Recién empezaba con la actividad”, aseguró Roberto Reartes, su primo.
Lo describió como un hombre “muy bueno”, al que le gustaba pasar tiempo en familia. “No tenía problemas con absolutamente nadie. Siempre asistía a las reuniones familiares y era un excelente padre”.
“Cuando me dijeron no lo podía creer. Tenía un negocio mayorista y siempre estaba lidiando con robos, así que pensé que algo había pasado en su local”, señaló.
Roberto sí cree en la versión que indica que a su primo lo “entregaron”. “Mucha casualidad que justo él, que iba con dinero, sea el auto al que atacaron. De todas formas, en este momento no me interesa pensar en eso”.
Daniel Ruiz, amigo del fallecido, también cree que lo “entregaron”. “Justo eligieron robar el auto que tenía $ 460.000 en su interior”, sugirió.
“Empezó desde cero, todo lo hizo desde abajo. Siempre fue muy laburador. Al principio, andaba en moto y alquilaba. Después de tanto trabajar, pudo comprar su auto y su propia casa”, aseveró.
Ruiz culpó a la situación de inseguridad que se vive en la provincia de lo que está pasando. “Trabajamos con desconfianza, encima querés comprar un arma y no podés”, afirmó. Y añadió: “después de lo que pasó no pude dormir de lo enojado que estaba. Hoy (por ayer) fui a averiguar para comprar un arma”.
Por último, se quejó de los políticos. “La situación no da para más. Se tendrían que ir todos, desde el jefe de Policía hasta Manzur”.
Sus compañeros de la secundaria lamentaron los hechos, y reunidos en ronda recordaban a su amigo “Seba” o “Chacón”, como les gustaba llamarlo.
En relación a su trabajo, dijeron: “era comerciante, siempre lo fue”. “Muchas veces, cuando nos juntábamos, no podía ir porque tenía que trabajar. Era el tipo más trabajador que conocí”, expresó Cristian Delgado, uno de sus ex compañeros.
No quisieron pasar por alto su fanatismo por Atlético. “Era un gran hincha ‘decano’. Le encantaba el fútbol, y jugaba muy bien”.
“Es una pena lo que pasó. Hechos como este tienen que despertar al gobierno para que hagan una planificación de seguridad”, finalizó Octavio Colombo, otro de los amigos del secundario.
Ayer, durante la madrugada, detuvieron al presunto autor del homicidio. Luego del trabajo realizado en la escena del crimen, el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), en conjunto con la Fiscalía de Homicidios I y la Policía, hallaron y aprehendieron al sospechoso en la zona del hecho, y será presentado en Tribunales Penales.