Para los “decanos” más memoriosos, la de ayer fue una especie de compensación. En 1999, Atlético perdió las semifinales del reducido del viejo Nacional B a manos de Chacarita. A pocos minutos del final del partido de vuelta, Fabián Bustos, delantero de Atlético, se perdió un gol cantado que le hubiese dado la clasificación al equipo a la final. Ayer, 21 años después, el mismo hombre, le terminó dando la clasificación a su ex equipo a la Copa Sudamericana 2020.
Atlético en la Sudamericana: hay más vida continentalEs que Barcelona de Guayaquil, dirigido por Bustos, goleó 4 a 0 como visitante a Cerro Porteño en Paraguay y desbloqueó uno de los escenarios que necesitaba Atlético para llegar a esta competencia.
Los ecuatorianos ya habían ganado el partido de ida por lo que dejaron a Cerro como el peor de los eliminados de la fase 3 (cero puntos, cinco goles en contra y ninguno a favor) y ya no tiene chances de superar a Atlético.
Tampoco podrían hacerlo Inter o Deportes Tolima, cualquiera sea el modo de su eliminación ya que empataron en el partido de ida. En el mejor de los casos, el eliminado de esa llave alcanzaría sólo un punto.
De esta manera, sólo Guaraní o Palestino (juegan hoy desde las 19.15 en Paraguay) podrían superar al “Decano”, pero al ser dos de cuatro eliminados los que clasifican a la Sudamericana, no tendría importancia.
Se trata de un verdadero consuelo para el equipo que venía de perderse la chance de llegar a la fase de grupos de la Libertadores. Además, su experiencia en este torneo no es mala: superó una fase ante Oriente Petrolero en 2017 y estuvo a punto de eliminar a Independiente, el “Rey de Copas”.
Quizás Bustos no haya reparado en lo que generó el triunfo de su equipo pero varios en Tucumán le agradecieron y algunos, ya le perdonaron el gol errado ante Chacarita. Una clasificación a una copa internacional así lo amerita.