La investigación judicial del crimen de Pablo Maximiliano Mariotti se ha centrado en esclarecer las posibles participaciones de los, hasta ahora, cuatro sospechosos: Lucas Gordillo, Rolando “Roly” Morán, Yamil Salis y Solange Manzanares Beltramino. Todos ellos han sido imputados por el homicidio del joven, de 36 años, ocurrido entre el jueves 6 y viernes 7 de este mes, pero sólo tres fueron detenidos en los últimos días. El principal acusado, Gordillo, se encuentra prófugo.
Sin embargo, el caso ha expuesto otras aristas por fuera de la línea del homicidio. Ayer, Cecilia Gordillo, la hermana de Lucas y una de las personas que ha exhibido de manera pública vinculaciones entre los sospechosos, aseguró que Morán, de 26 años, habría trabajado para referentes políticos en los últimos tiempos.
“Sé que “Roly” trabajaba para un político (llamado) Gerónimo. Él era una especie de puntero de esta persona. Iba a distintas casas, hablaba con la gente y les preguntaba qué es lo que necesitaban”, manifestó en una entrevista con el noticiero “Buen Día”, de LG Play.
El crimen de Mariotti: cronología de una muerte macabraLas declaraciones de la mujer se expandieron durante la jornada y resonaron en el arco político de la provincia. No era algo nuevo, ya que en reuniones en el entorno justamente político se hablaba del caso también.
En ese cruce de descripciones respecto del caso, LA GACETA consultó al legislador Gerónimo Vargas Aignasse sobre los dichos de la hermana del imputado. En la charla, reconoció que es uno de los pocos referentes que tiene el nombre que se había aludido, pero negó relación con Morán.
En un breve escrito, el parlamentario oficialista respondió: “ ‘Roly’ Morán es sobrino de un dirigente político que trabaja conmigo hace 20 años, que se llama José Ramón Mora. Este chico es taxista. Por lo que me informa la Policía, no tiene antecedentes penales ni deudas con la Justicia”. “Los políticos no podemos ser responsables por los actos o acciones de nuestros colaboradores y mucho menos de sus familiares”, enfatizó.
Fuentes del ámbito político dijeron ayer que el joven detenido, además, habría integrado equipos de otros referentes para realizar trabajo de campo en campañas. Inclusive, en la red social Facebook, Morán habría publicado fotos con personajes de la política. Aunque esas imágenes fueron eliminadas en la cuenta virtual, previo a entregarse a la Justicia el domingo pasado. Los investigadores del crimen sostuvieron que el sospechoso se movía en la zona de Villa 9 de Julio, en la capital.
Otro nexo: a partir de la detención de “Roly” Morán se descubrieron asimismo fotos del detenido y de Gordillo con integrantes del Clan Toro, un grupo que está señalado como uno de los actores de la red de narcomenudeo en la zona norte de San Miguel de Tucumán. Inmediatamente, el representante legal de la familia Toro desmintió vinculación alguna con los imputados en la causa penal por la muerte de Mariotti.
Por otra parte, Ernesto Baaclini, abogado de Manzanares Beltramino, expresó el lunes que el padre del hijo de Manzanares Beltramino era “un joven de apellido Toro”, aunque no reconocía si esta persona pertenecía al clan del mismo apellido. La joven convivía con Gordillo en la casa ubicada en calle Manuela Pedraza al 400, en el Sur de la capital.
La causa penal
El cuerpo de “Maxi” o “Marolio” Mariotti, como lo apodaban sus amigos, fue hallado el viernes 21 durante la madrugada. Estaba enterrado en el patio interno de una casa-taller de Olleros al 100, en la capital. De acuerdo a la acusación, Gordillo, Manzanares y Morán habrían premeditado ingresar a la casa de la víctima, en La Madrid al 1.300, y sacar dinero y títulos de propiedad. En esa hipótesis, se cree que Mariotti y Gordillo se habían asociado para realizar préstamos a terceros, aunque esto ha sido desmentido en distintas oportunidades por los amigos. Los allegados sí indicaron que el fallecido le había cedido capital al sospechoso, quien era prestamista, y que esperaba un retorno favorable. Había recibido una importante herencia de residencias y plata en cuentas bancarias.
Gordillo y Morán habrían ingresado a la vivienda de “Maxi” y le habrían causado la muerte “estrangulándolo con dos sogas en el cuello”, conforme a la imputación Durante la madrugada del sábado 8, Salis habría trasladado el cadáver con su camioneta doble cabina hasta el taller donde trabajaba. Luego incendiaron la habitación del joven muerto. En esa planificación, Manzanares Beltramino habría sido un señuelo para ingresar a ese hogar y luego habría recibido todos los elementos en su casa.