Un tipo generoso, alegre, siempre dispuesto a ayudar. También un poco inocente. Muy cercano a su madre, con quien vivía en la casa de La Madrid al 1.300 y donde la mujer sólo dejaba entrar unos pocos amigos. Así describe a Pablo Mariotti uno de sus amigos más cercanos, Julio Guaraz, músico de la banda Rolo and the fucking adictos, grupo con el que Mariotti había viajado a México por una gira artística.
En Buen Día, el informativo matutino de LG Play, Guaraz contó el cambio que vio en su amigo desde que heredó el dinero y las propiedades de su madre y comenzó a relacionarse con "Lucas", "Luquitas" o "el pendejo", cómo lo llamaba Mariotti. Sería Lucas Gordillo, el principal sospechoso del crimen y todavía prófugo de la justicia.
Crimen de Pablo Mariotti: quiénes son los presuntos prestamistasGuaraz nunca conoció al tal Lucas que mencionaba Mariotti. Sólo sabía que él lo había convocado para ayudarlo a recuperar una casa de Bella Vista, parte de la herencia, que había sido usurpada.
"Cuando estábamos en México él nos cuenta que unos amigos lo estaban ayudando a recuperar la casa, que le pedían plata para hacer ese trabajo, pero que no avanzaban. Él solamente hablaba de un tal Lucas, pero nunca dijo el apellido, yo no sabía quién era. Él confiaba porque se habían criado juntos, pero le seguía pidiendo plata y se demoraba el tema de la casa. Para nosotros era sospechoso desde el primer momento y le planteamos que por qué no iba por la vía legal, y él decía que se iba a demorar mucho", contó el músico.
Así fue el proceso que siguió el caso MariottiMariotti había viajado a acompañar a la banda en un gira en México. Durante los días compartidos con los músicos contaba lo de la casa y también que le había dado plata a Lucas para "moverla" y que iba a devolvérsela con intereses. Nunca dijo ni cuánto ni cómo. "Para nosotros le estaban endulzando las orejas, pero él confiaba. Ya hacia el final del viaje lo comenzamos a ver preocupado", relató Guaraz.
La víctima aprovechó el viaje a México para hacer algo de turismo, se separó de la banda y fue a las playas de Cancún, mientras los músicos se quedaron en Guadalajara. Ahí es donde Mariotti graba el video en el que le promete a Lucas que volverían juntos.
El video de Mariotti en Cancún: "Luquitas, ya vamos a estar acá dentro de poco"Una estafa cantada
El viaje a México se extendió entre octubre y noviembre del año pasado. "Después del viaje se lo veía nervioso, porque no le estaban devolviendo la plata. Andaba raro. Después se le enfermó uno de los perritos y también andaba preocupado por eso. Estábamos por filmar un video con una de las bandas y él me prestó dos cámaras y un reflector, pero solo fue a dejar los equipos y no se quedó al rodaje. Estaba muy nervioso", describió Guaraz.
El crimen de Mariotti: “todo lo hacía porque quería más y más plata”Según su amigo, compartieron un viaje a los Valles, a ver Las Pelotas, un recital en Tafí el 18 de enero. "Lo tuve que convencer, porque no tenía ganas de ir. Nos fuimos en su moto", contó.
Guaraz lo vio por última vez el lunes 3 de febrero. Ahí ya lo notó destruido. "Me lo crucé, él paseaba a su perro, me dijo que no tenía 'un mango' ni para tomar una cerveza. Le invité una pero no quería", relató.
Para él ya estaba más que claro que había sido víctima de una estafa. De haber cobrado una importante herencia, de tener propiedades y dinero en el banco, pasó a no tener ni para los gastos diarios. "Él nunca fue prestamista ni financista, ni nada de lo que dijeron. Él solamente confió en alguien que es un traidor y un asesino", señaló Guaraz.