Dicen que el 0-2 no es un mal resultado. Se dice que es un resultado no imposible de superar aunque, claro, habrá que tomar recaudos, esos que Atlético pareció olvidarse durante el segundo tiempo del partido de ida de la fase 2 de la Copa Libertadores contra The Strongest, en la altitud de La Paz: después de irse injustamente 1-0 abajo en el acto uno, en el complemento perdió los estribos y regresa a Tucumán perdiendo por dos goles de distancia.
Como en todo duelo de fútbol, impredecible por cierto, esta es la historia de la derrota de Atlético.
Acto I, primer tiempo: suena injusto que el “Tigre” se haya ido al descanso siendo ganador parcial. Atlético hizo lo suyo para no perder y también para ganar. Pero falló cuando tuvo sus chances, todas en la cabeza de Javier Toledo. La más clara fue tras un centro de Augusto Lotti y la pifia en soledad del arco de Toledo. Después hubo otra del centrodelantero, bien cabeceada, pero desde lejos (un tiro libre) y sin demasiada potencia.
De lo mejor de Atlético había sido Alejandro Sánchez (también en el segundo) Era quien había amortiguado un par de intentos de The Strongest y quien sostenía el 0-0 cuando el dueño de casa probó desde afuera o con remates de corta distancia. El “Oso” venía siendo clave, importante. Y lo fue también sobre el cierre del acto uno pero para The Strongest. Salió mal a cortar el córner, mientras que Jair Reinoso cabeceó bien y en soledad. Injusto. Al vestuario.
Y llegó el segundo tiempo…
La duda era saber cómo iba a encararlo, si el gol de Reinoso le iba a afectar, entre tantos otros condicionantes en la altitud de La Paz. Y sí, el "Decano" pareció haberse quedado sin piernas, mientras The Strongest recién empezado a calentar motores.
Por eso no sorprendió el 2-0 de Willie, quien consumó una gran movida de piezas colectiva, caño a Gabriel Risso Patrón incluido. Y si algo faltaba, era ver cómo Atlético intentaba sostenerse de pie. Tuvo sus chances de llegar y lastimar, pero no lo hizo como correspondía. Apenas si llegó a asustar con intentos que, sí, cotizaron en oro.
El despiece
Los cambios de este tramo del partido desencajaron al “Decano”. Es más, la salida de Ariel Rojas (ingresó Leonardo Heredial) desarticuló el mediocampo. Toda la armonía y el quite de los 45 minutos iniciales se transformaron en una caminería de paso para The Strongest.
Ramiro Carrera fue el más incisivo, pero hasta ahí nomás, y Heredia, para su desgracia, estuvo donde no debió y siempre en perjuicio de un equipo ya sin aire pero con empuje.
En síntesis
Si algo le sobró a Atlético fue amor propio. Si algo le faltó, sí: suerte y ser decisivo. En este tipo de trámites, lo que no se convierte en el arco contrario se sufre en el propio. Dicho y hecho.
¿Está todo dicho? De ninguna manera, la llave no está definida. Lo que sí, Atlético necesitará el próximo miércoles 12 jugar el mejor parido del año y eso significa un partido sin fisuras y sobre todo certero: cuando llegue al arco del “Tigre”, deberá azotarlo a goles. Lógicamente, por el famoso gol de visitante, deberá evitar recibir dardos en el propio, porque eso sí que sería lapiadario.