“No es verdad que no tenemos plan, es verdad que no lo contamos. Y no lo contamos porque estamos en plena negociación. Sería descubrir las cartas. Estamos jugando al póquer y no con chicos. Tenemos que hacerlo bien, con inteligencia. Pero el plan es volver a poner en funcionamiento la economía argentina”. Con estas palabras el presidente Alberto Fernández habló ante un auditorio repleto en el Instituto de Estudios Políticos de París.
El jefe de Estado cierra hoy su gira europea en Francia y en una de sus últimas actividades brindó una clase magistral ante alumnos. En esa ocasión habló de distintos temas como la negociación de la deuda, el plan económico, la crisis social que afecta a Chile, la administración de Mauricio Macri, la pobreza en Argentina, las elecciones en la OEA, la cumbre del G20 que se hizo en Buenos Aires. Además reiteró que en las próximas semanas va enviar al Congreso “una ley que termine con la despenalización del aborto y permita la atención en cualquier centro público”.
En relación a la negociación de la deuda y del plan económico, Fernández dijo que el 12 de este mes el ministro de Economía irá al Congreso a explicar todo lo necesario para que todos entiendan de qué se trata la necesidad de hacer sostenible la deuda, que quiere decir darle tiempo a la Argentina para que vuelva a crecer y poder pagar. “Me reuní con empresarios que invierten, les pedí que confíen en el país, que sigan invirtiendo, produciendo, generando trabajo –resaltó Fernández-. Sobre esa base, construiremos la riqueza pública para ayudar a los sectores más necesitados. Pero no quiero que la solución sea la eterna ayuda a los sectores más necesitados. Quiero que esos sectores trabajen y generen su propia fuente de ingresos”, agregó.
En relación al polémico tema de la despenalización del aborto, Fernández ratificó que enviará un proyecto al Congreso. “En la Argentina el aborto es un delito. Es un extraño delito donde casi nunca se condena a ninguna mujer por aborto pero todos sabemos que existe –afirmó-. ¿Cuál es el problema de que exista? Que todo aborto se vuelve clandestino y en la clandestinidad el riesgo de vida y de salud de la mujer aumenta. El problema es más agudo de acuerdo a la clase social de quién practica el aborto. Si es de clase alta, lo hará en un centro de salud adecuado, en condiciones adecuadas y el certificado médico dirá que tuvo un aborto espontáneo y su salud estará garantizada. En una mujer sin recursos, su vida corre peligro y si zafa su vida corre el riesgo de sufrir lesiones internas”, insistió.
En esta línea, el jefe de Estado se refirió a la hipocresía que hay al respecto. “Es parte de la discusión hipócrita que Argentina tuvo con el divorcio. Durante años discutimos si se podía volver a casar. Salió la ley, mi mamá y Carlos se casaron y los tres hijos fuimos testigos. ¿Para qué discutimos durante 20 años esto? Yo siento que con el aborto pasa algo parecido. Hay quien siente que legalizar el aborto lo vuelve obligatorio –advirtió-. No es obligatorio para nadie. Es un tema que debemos resolver desde el mundo de la salud pública. No podemos poner en riesgo la salud de la mujer que decide abortar. No vivo en paz con mi conciencia sabiendo que si una mujer tiene que realizarse un aborto y no tiene la posibilidades económicas, termina en manos de un curandero que con una aguja la termina lastimando o matando”, resaltó.