A partir de mañana, Estados Unidos comienza a transitar la temporada de elecciones internas, en las cuales elegirá a los candidatos presidenciales. La gran incógnita es descubrir quién será el postulante demócrata que -se da por descontado- enfrentará al actual presidente, el republicano Donald Trump, en los comicios presidenciales del 3 de noviembre próximo.
Los senadores progresistas Bernie Sanders y Elizabeth Warren; y dos precandidatos de centro, el ex vicepresidente Joe Biden y el ex alcalde Pete Buttigieg, aparecen como los favoritos del lado democráta. Esa carrera podría definirse a finales de marzo, o derivar en una puja entre dos o tres aspirantes que se extienda hasta la convención de julio.
Del lado republicano, se han anotado tres retadores para competir internamente con Trump. Sin embargo, lo cierto es que el actual mandatario, según los analistas norteamericanos, cuenta con una maquinaria electoral a la que consideran “la mejor financiada de la historia”. El jefe de Estado se encuentra movilizando a miles de voluntarios, a la vez que organizando actos, en un intento por demostrar a los demócratas que los votantes republicanos están ansiosos por volver a votarlo.
Proceso
Las primarias comienzan en la asamblea demócrata y en la republicana del Estado de Iowa, mañana a la noche. Esta será la primera noche de cinco meses de votaciones hasta completar los 50 estados y todos los territorios del país norteamericano. Las primarias finalizarían en junio en Puerto Rico.
El caucus (asamblea) de Iowa y la primaria de New Hampshire, ocho días después, servirán a Trump para probar la fortaleza de su campaña y entusiasmar a las bases de cara a noviembre.
Las elecciones presidenciales son vistas por muchos votantes, sin importar su afiliación o ideología, como una de las más importantes de sus vidas. La presidencia de Trump estuvo atravesada por la polémica y desde 2017 agravó las divisiones de un país ya profundamente polarizado.
¿Reelección?
Las campañas de reelección operan como referendos sobre el presidente, pero la de este año genera auténticas pasiones en torno de Trump, tanto positivas como negativas; así como profundas reflexiones acerca de qué significarían cuatro años más de un mandatario que ha dado fuertes y controvertidos giros tanto en política interna como exterior.
El mayor activo que ostenta Trump es la robusta marcha de una economía que ya venía creciendo desde el fin de la Gran Recesión de 2007 y 2008, que había contraído en más de un 4% el PBI de la primera potencia mundial y se había deglutido 8,7 millones de empleos de estadounidenses.
Aunque en desaceleración respecto a 2018, datos publicados esta semana mostraron que el año pasado la economía del país creció 2,3%, motorizada por una alza del consumo y una caída del déficit comercial. El desempleo está en niveles mínimos en medio siglo.
Una campaña incomprable
La campaña 2020 es única en muchos aspectos. Por un lado, en el número de candidatos demócratas (llegó a 28, y luego hubo 16 deserciones). Por otro, por el creciente rol de pequeños donantes. A ello se suma un calendario de primarias que no da respiro hasta fines de marzo y una elección presidencial que podría definirse en menos estados que de costumbre.
Esta, además, es la primera vez que en EEUU un presidente sometido a impeachment buscará su reelección. Lo que implica que Trump asume que el Senado absolverá a Trump al final del juicio político en curso por abuso de poder y obstrucción del Congreso.
Los demócratas, justamente, confían en que el deseo común de desbancar a Trump los unirá. (Télam)
Precandidatos
Tres republicanos dispuestos a enfrentar a Trump
Pese a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se presenta como el ganador indiscutido de las futuras primarias del Partido Republicano, hay otros tres precandidatos dispuestos a enfrentarlo. Entre los oponentes sólo dos de ellos cuentan con posibilidades reales de lograr alguna victoria en las internas: el ex representante por Illinois Joe Walsh y el ex gobernador de Massachussetts William Weld. El tercer rival, el empresario Rocky de la Fuente, es considerado como un “candidato perenne”, que apenas cuenta con apoyos en los sondeos y participará sólo en 13 de las 27 contiendas.
El primer oponente a Trump en postularse fue Weld (74 años), quien en las últimas elecciones se presentó como candidato a vicepresidente por el Partido Libertario. En 2019 se sumó Walsh (58), un locutor de radio conservador que ganó en 2010 en la Cámara de Representantes al calor del movimiento ultraconservador Tea Party. Aunque en 2016 apoyó a Trump “porque él no era Hillary Clinton”, desde entonces rompió con el presidente y ahora pretende reemplazarlo por considerarlo “no apto” para el cargo. El último en anunciar su candidatura fue de La Fuente (65) quien ya fue candidato del Partido de la Reforma y el de su autocreado American Delta Party para las presidenciales de 2016.