A lo largo de sus 21 años, el Seven de Tafí ha ido variando algunos de los componentes de su exitosa fórmula: cambió de canchas, cambió de equipos, cambió de sponsors y hasta cambió de organizadores. Sin embargo, entre los puntos en común de las últimas siete ediciones cabe señalar dos presencias inalterables: la de Huirapuca y la de Isaías Montoya Belloto en la final por el oro. El tres cuartos de Concepción es el único nombre repetido entre esa primera final, la de 2013, y la séptima, la de 2019. Curiosamente, en ambas finales, el derrotado fue Tucumán Rugby.
“Las finales del Seven de Tafí son durísimas, desde lo físico y lo psicológico”, asegura Isaías con la voz de la experiencia. No sólo la que le dieron sus participaciones en el seven de los valles, sino también con la acumulada a lo largo de ocho presencias con el seleccionado tucumano en el Seven de la República, el más importante del país.
“En el de la República, el ritmo es muy alto. Los partidos son muy test match, es más estratégico, los equipos salen a plantear lo que saben hacer. En cambio las finales en el Seven de Tafí tienen que ver más con la garra, con el corazón, con levantarse y seguir corriendo. Te diría que hasta te golpeás más, porque la cancha es más chica. Además, en el Seven de la República, jugás los partidos en dos días; en Tafí, los seis partidos los jugás el mismo día. Es un Seven muy duro, muy físico”, analiza Montoya Belloto.
Curiosamente, aunque Isaías y Huirapuca jugaron las últimas siete finales, no siempre lo hicieron del mismo lado: en 2015, el centro fue convocado al seleccionado tucumano, por lo que se vio en la incómoda situación de tener que enfrentar (y derrotar) a su club y a sus compañeros en la definición.
Isaías entiende que este protagonismo casi absoluto de “Huira” en el Seven de Tafí del Valle no se debe a un “factor X”, sino a una combinación de factores. “Se trata de llegar en la mejor condición física posible y con mucha cabeza. Me parece que un equipo que está convencido de lo que quiere tiene muchas más posibilidades de llegar. Además, siempre hemos tenido la suerte de tener grandes jugadores”, detalla Montoya Belloto, elegido mejor jugador de la edición 2019.
Pero hay más: “nunca nos sentimos favoritos ni vamos creyendo que porque el año anterior nos fue bien, este año será igual. O sea, vamos c... de miedo, en el buen sentido, con incertidumbre de lo que va a pasar. Esa incertidumbre es buena, porque te obliga a no relajarte. No sabés si te falta o te sobra, así que tenés que dar todo”, explica Isaías, que espera sumar una octava final a su colección.
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Detalles del operativo de seguridad, del tercer tiempo, del estado de la ruta 307 y el pronóstico del tiempo. (Tucumanos)