Trabajadores de distintas agencias de viajes, se reunieron frente a las oficinas del Ente Autárquico Tucumán Turismo para reclamar la baja en las ventas, desde la aplicación del impuesto País.
El escenario combina un 70% de caída en las ventas, recortes y despidos de personal. Son al menos 26.000 trabajadores y 5.600 agencias a nivel nacional las afectadas. Se trata de decenas de Pymes familiares que, en muchos casos, no cuentan con más de cuatro empleados.
“La ventas cayeron abruptamente a partir del 23 de diciembre, cuando se implementó la ley. Estamos en una situación desesperante, en la que tenemos que dejar sin trabajo a muchos empleados”, lamentó Emilse Frantosrty, dueña de una agencia céntrica.
La situación afecta en particular a aquellas empresas que sustentan sus ganancias con el turismo internacional: “vendemos muchos paquetes para el exterior por lo que sentimos aún más el impacto. Creemos que el gobierno quiere obligar a la gente a elegir el turismo nacional pero la verdad es que ese tipo de turismo esta cotizado todo en dólares, es carísimo y el servicio dista mucho del internacional. Deberían enfocarse a mejorar la oferta y así, con sus propios medios, la gente los elegirá”.
“No luchamos por viajar nosotros, queremos trabajar. Tengo cuatro empleados y como bajaron las ventas abismalmente, tengo que pensar en achicar los gastos fijos, y hasta en cerrar y dedicarnos a otra cosa. No quiero hacerlo pero lo estoy considerando”, explicó Frantosrty.
La mayoría aduce que pagan todos y cada uno de los impuestos exigidos y que ahora el gobierno los “castiga” con la imposición del 30%. “El Gobierno no mide las consecuencias de este impuesto, cada uno de los que estamos acá representamos una Pyme y, principalmente, una familia”, contó Silvia Lazarte.
“Esto ya nos pasó antes: sucedió con la pasada implementación del 35%, con la percepción de AFIP, estuvimos durante dos meses sin trabajo y se cerraron varias oficinas. Muchos dueños de empresas decidieron recortar el tiempo de permanencia de los empleados: trabajabas medio día y te recortaban el sueldo”, añadió.
Además se quejaron por las confusiones y la desinformación respecto de la ley que reglamenta el impuesto. “Nosotros aún no tenemos la reglamentación y no sabemos cómo ponerla de manifiesto en la facturación ni como hay que cobrarle al pasajero. Al convertirnos en agentes de percepción, obligados por el Estado, se le suma otro trabajo más a la agencia de contratar contadores para hacer la facturación”, señaló Jaime Collado.
Sostienen que el Gobierno, Turismo y AFIP deben reunirse a encontrar una solución al problema: “siempre nos perjudican a nosotros las Pymes”, aseveró Collado.
Juan Ugliano, agente de viajes de un local minorista contó: “hay mucha gente que ahorra durante meses o incluso años para salir de vacaciones o hacer un viaje en particular, con este impuesto se trunca todo, tiene que pagar demasiado”.
Los autoconvocados sostienen que el rubro turístico viene sufriendo muchos golpes. “Esto se va a poner peor porque, si bien ahora esto toca al primer escalafón que es el cliente, detrás nuestro tenés al mayorista, a los proveedores de seguros, las líneas aéreas. Si cae el primero por detrás caen los demás”, concluyó Ugliano.